Un vistazo a la redes que tejieron mujeres en el arte

Entre la décadas de los años 70 y 80, las mujeres tejieron redes de colaboración para abrirse camino en el arte y hacerle frente a un sistema patriarcal que las invisibilizaba o hacía menos su labor. Desde escritoras y pintoras hasta críticas de arte y gestoras culturales crearon una serie de obras y textos que hoy son un referente y se muestran en la exposición que se inaugura mañana en el Museo de Arte Carrillo Gil.

La exhibición Coordenadas móviles. Redes de colaboración entre mujeres en la cultura y el arte (1975-1985) recupera la memoria de esa época y reúne piezas poco conocidas que resultaron de las alianzas que crearon personalidades como Raquel Tibol, Sylvia Pandolfi, Magali Lara, Carmen Boullosa, Gilda Castillo, Mónica Mayer y Maris Bustamante, por mencionar algunas.

“Lo que queremos mostrar es que la estrategia de colaborar, de establecer vínculos, grupos de trabajo, fue la estrategia más fuerte para ganar un reconocimiento, fue la más decisiva para que las mujeres tuvieran un lugar en la cultura nacional. Eso respondió a un contexto de cultura patriarcal muy fuerte que tendía a invisibilizar el trabajo de las mujeres artistas por considerarlo menor y que derivó en que no tuvieran un reconocimiento adecuado durante muchos años”, detalló a La Razón Roselin Rodríguez Espinosa, quien junto con Gemma Argüello, Natalia de la Rosa y Carla Lamoyi se encargaron de la curaduría de la muestra.

Se incluye desde material de archivo, obra audiovisual, esculturas, instalaciones y fotografías de tres generaciones de artistas, las que estuvieron activas entre 1975 y 1985 tejiendo redes de colaboración, las que les antecedieron, como Leonora Carrington, y las que fueron comisionadas para crear piezas especialmente para la exposición.

De las obras comisionadas destaca la de Verónica Gerber, a partir de las carpetas rosas de Leticia Ocharán, un libro inconcluso sobre las mujeres artistas en México; y una reelectura de Daniela Bojórquez de revistas como el número de FEM de 84 dedicado al arte hecho por mujeres.

“Ese periodo estuvo marcado por los debates de la segunda ola del feminismo, no había una única postura en los feminismos, es muy importante dar cuenta de la variedad de inquietudes”, concluyó.