Por Adriana Góchez
En San Luis Potosí, San Luis Potosí
El coreógrafo, cineasta y fotógrafo belga Wim Vandekeybus desde el comienzo de su propuesta escénica “Traces” advierte a los espectadores que estarán frente a un montaje inusual: una luz cruza a toda velocidad el escenario y se escucha el ruido del motor de un auto para representar cómo una mujer que corre con gran temor es atropellada.
Lo que ve después el público es un montaje que expone la crueldad humana y cómo se invaden los hábitats de los animales, al tiempo que muestra a bailarines yendo al máximo de sus capacidades, arriesgando el cuerpo y llegando a límites inimaginables: contorsiones, saltos, partes del cuerpo descolocadas, cargadas y gesticulaciones que acercan a los intérpretes a terrenos llenos de oscuridad o de completa locura.
Vandekeybus, quien presentó la noche del sábado “Traces”, en el Centro de las Artes de San Luis Potosí, como parte del Festival Internacional de Danza Lila López, presenta esta pieza a manera de escenas de una película y utiliza la música –en la que destacan las guitarras eléctricas desgarradas, entre lo punk y el rock alternativo— para envolver al público en esas atmósferas que van de lo más oscuro, como cuando se muestra a una violinista maltratando a un oso amaestrado; hasta lo más choqueante o bizarro, al ver a una mujer que amamanta a un oso o una que da a luz a un bebé oso.
El lugar donde ocurre todo es una carretera en medio del bosque y en el fondo hay unas llantas abandonadas, ahí un grupo de gitanos llega a habitar y comienza a tener una convivencia hostil con los osos que viven alrededor, pero también hay quien protege a los animales y llega a una relación semejante a la de una pareja, solamente que conformada por una mujer y un oso.
El coreográfo plantea en su pieza cómo los animales se ven amenazados por los humanos y qué pasaría si la historia se invierte, si los osos, en este caso, se apropian de su territorio y violentan a las personas.
Si bien, hay elementos del teatro en algunos diálogos que dicen los intérpretes, en la propuesta dancística Vandekeybus conjuga elementos del arte circense, del riesgo controlado, de la danza contempóranea y hace guiños a danzas tradicionales de otras regiones.
La entrega de los bailarines lleva a cuestionar qué pasa con ellos después de un montaje de tal exigencia corporal, técnica y emocional. El coreógrafo mexicano Raúl Tamez, quien estuvo presente como espectador, comenta en una charla que son tales los extremos a los que llega Vandekeybus en sus performances que hay intérpretes que sólo pueden estar dos años en la compañía Última vez.
“Traces”, que es una propuesta visual atractiva y que mantiene atentos a los espectadores por más de hora y media, llegará al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en la Ciudad de México, el 5 de agosto a las 19:00 horas y domingo 6 de ese mismo mes a las 18:00 horas.
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Leo
