En Houston, Texas
Los 25 puntos que tuvieron de colchón los Atlanta Falcons, a mediados del tercer cuarto, con poco más de 8:30 minutos por jugarse en ese lapso, parecían una ventaja inalcanzable y más todavía con el antecedente de que en un Super Bowl, la máxima diferencia que un equipo había remontado eran 10 puntos.
Con 19 puntos sin respuesta en el último cuarto y forzando por primera vez el Super Bowl a un tiempo extra en sus 51 ediciones, los New England Patriots superaron agónicamente 34-28 a los Atlanta Falcons, con un touchdown de James White de dos yardas para compilar un hito en la historia del icónico partido que define al campeón de la NFL, concluir el duelo con una anotación en la muerte súbita.
Las ofensivas estuvieron relativamente controladas, pues a pesar de que ambos ataques lograron en total seis primeros y diez, no fueron capaces de profundizar y se fueron 0-0 tras el primer cuarto de acción.
Tras un arranque dominado por las defensivas de ambos equipos, y con dos de las mejores ofensivas de la liga, las dos tuvieron las famosas tres y fuera, algo que no es común en estos ataques. Apenas rebasaron las 50 yardas totales en este lapso.
Tras un balón suelto del receptor abierto, Deion Lewis, en medio campo, los Falcons capitalizaron con una serie ofensiva que derivó en una carrera de cinco yardas de Devonta Freeman para poner adelante 7-0 a Atlanta.
Matt Ryan iba adquiriendo confianza a medida que se iba haciendo maduro el segundo cuarto y en una serie ofensiva de cinco jugadas, en la que recorrieron 62 yardas, se consagró con un envío de ‘Matty Ice’ al ala cerrada novato, Austin Hooper, de 19 yardas, para poner arriba a los Falcons por 14-0.
Cuando parecía que los Patriotas iban a meterse de lleno en el juego, con su mejor serie ofensiva, con el mejor ritmo hasta el momento, posesión de balón y control del ovoide, Brady cometió una gran equivocación, al enviar un pase a una doble cobertura que iba destinado a Danny Amendola, y que fue capturado por el esquinero Robert Alford, quien lo devolvió 82 yardas hasta la zona final y poner una pesada losa en la espalda de los Pats, con un déficit de 21-0.
Cuando expiraba la primera mitad, finalmente los Pats consiguieron sus primeros puntos de la velada. Un gol de campo de 41 yardas de Stephen Gostkowski, para poner el marcador 21-3, en unos primeros 30 minutos de juego de auténtica pesadilla para las huestes de Bill Belichick, que contra todos los pronósticos, iban al descanso con ese déficit.
Los más de 70 mil aficionados esperaron por encima de cuatro minutos en el tercer cuarto para poder lanzar su primer grito de euforia, después de un pase de Matt Ryan, de 6 yardas, para el corredor Tevin Coleman, para llegar a la zona final y sumar 28 puntos por 3 de los Pats, quienes contestaron con una serie ofensiva de 75 yardas para lograr su primer TD del partido, con un pase corto de Tom Brady a James White, quien eludió una tecleada y logró escabullirse a las diagonales, esto cuando solo restaban 2:04 minutos en el reloj del último cuarto.
Las pocas esperanzas de los fanáticos de New England parecían esfumarse tras el punto extra fallado por Gostkowski, y no haber logrado recuperar el balón tras una patada corta que dejó a los Halcones en la yarda 41 de Patriotas.
Con 5:56 en el reloj, Brady se conectó con Amendola para un pase de touchdown de seis yardas y tras la exitosa intentona de conversión de dos puntos, los Patriotas se pusieron a tan sólo un touchdown de diferencia por 28-20.
Brady culminó una serie ofensiva con su conversión de dos puntos, cuando White recorrió una yarda para mandar el juego, por primera vez, al tiempo extra. El desenlace en el quinto periodo, es histórico ahora.
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