La recta final del campeonato se está convirtiendo en una pesadilla para Ferrari; después de hacer lo más difícil, después de llegar con muchas posibilidades de conquistar el título, en las dos últimas y claves citas de la temporada la fiabilidad ha jugado en su contra.
En Malasia un fallo en el motor le obligó a salir en los últimos lugares de la parrilla de salida y este domingo en Japón la unidad de potencia lo afectó en los primeros metros.
Aguantó unas pocas vueltas en pista antes de tener que tomar el camino de boxes; ante semejantes facilidades Lewis Hamilton no desaprovechó el “regalo” y consiguió una victoria muy trabajada. Dentro de dos semanas podría proclamarse campeón del mundo si gana y Vettel es sexto o peor, e incluso si es segundo y su rival acaba décimo o peor.
El inglés no se dejó sorprender en la salida y poco a poco puso tierra de por medio, aunque Verstappen no se alejó demasiado de él. Además, la neutralización de la carrera en varias ocasiones facilitó que el de Mercedes no obtuviera la distancia que buscaba. Tuvo la prueba controlada, pero al final Verstappen le apretó de lo lindo. En las dos últimas vueltas el holandés se fue por él, pero nunca llegó a tener la posibilidad de adelantarle. Incluso Fernando Alonso y Felipe Massa llegaron a perjudicarle ya que ambos le complicaron el camino y ahora los dos se exponen a una sanción de la FIA.
El de Mercedes sufrió al final con la degradación, pero superó las dificultades y una vez más subió a lo más alto del podio.
En tanto, el final de temporada de Bottas es espectacular y la combinación del chasis con el motor Renault está brillando a gran altura.
srv