Concluyeron los milagros. Tanto para los Jaguares de Jacksonville como para los Vikingos de Minnesota, todo llegó a un fin. Ahora las Águilas de Filadelfia y los Patriotas de Nueva Inglaterra chocarán en el Super Bowl 52; un duelo con sabor a revancha. Hace 12 años, los Patriotas le quitaron la gloria a Filadelfia, que llegará al gran juego con una gran sed de venganza. Sin embargo, ambos finalistas no tuvieron un camino sencillo para llegar a esta fase, en especial los Pats, quienes enfrentaron a unos aguerridos Jaguares.
“Es una locura. Es asombroso. El solo hecho de estar en un equipo que gana este tipo de encuentros, es un enorme logro”
Tom Brady
Mariscal de Patriotas
El primer cuarto entre ambos equipos estuvo muy parejo. A pesar de que tanto Jacksonville como Nueva Inglaterra iniciaron con series ofensivas largas, sólo Patriotas anotó. Después de 10 jugadas, en las que recorrieron 62 yardas, el pateador Stephen Gostkowski anotó un gol de campo de 31 yardas para inaugurar el marcador en Foxborough.
En el segundo cuarto el escenario fue totalmente distinto. La ofensiva de Jaguares se impuso y mantuvo en serio aprietos a la defensiva de los Pats, quienes no podían contener los acarreos de Leonard Fournette y los pases del mariscal Blake Bortles; este último de vital importancia para conseguir los primeros siete puntos del encuentro después de que un envió suyo fue atrapado por el ala cerrada Marcedes Lewis.
Nueva Inglaterra vivió un escenario inusual, debido a que la ofensiva comandada por Tom Brady no generaba peligro y después de tres jugadas cedieron el balón a los Jags, quienes aprovecharon el desconcierto de los Patriotas y anotaron nuevamente para colocar el 14-3. En esta ocasión, Fournette acarreó el balón cuatro yardas para darle una amplia ventaja a Jacksonville.
Jaguares tenía el dominio del encuentro, pero antes de que concluyera la primera mitad, Brady comenzó a soltar el brazo y seis jugadas después, los Pats sumaban sus primeros siete puntos del partido, gracias al corredor James White.
El inicio del tercer cuarto no pudo tener mejor escenario para los Jags, quienes ampliaron su ventaja gracias a un gol de campo de Josh Lambo. El contexto era dantesco para Nueva Inglaterra que no tenía series ofensivas largas, pero Tom Brady y su ataque se hicieron presentes en el último cuarto. Antes de ello, Lambo colocaba otros tres puntos, para poner el marcador 20-10.
La reacción de los Patriotas de Nueva Inglaterra inició con una serie de ocho jugadas, en las cuales recorrieron 85 yardas. Esta concluyó cuando Brady conectó un pase de nueve yardas con Danny Amendola, quien también realizó la anotación de la victoria ante un Gillete Stadium efusivo.
Dolorosa caída. Como ha sido una constante en esta postemporada, los Vikingos de Minnesota anotaron en su primera serie ofensiva. Las distintas opciones al ataque que tiene Minnesota provocaron que la defensiva de las Águilas de Filadelfia sólo fuera un adorno y después de nueve jugadas, Vikingos anotó el 7-0, tras un pase de Case Keenum a Kyle Rudolph.
Sin embargo, la respuesta de las Águilas no se hizo esperar y por medio de su defensiva encontraron los puntos del empate. En tercera y ocho, Keenum lanzó un pase, pero éste fue débil y le dio la oportunidad al esquinero Patrick Robinson de interceptar el ovoide y regresarlo 50 yardas para poner el empate a siete unidades.
Vikingos no terminaba de asimilar el golpe cuando Filadelfia dio otro, por medio del corredor LeGarrette Bloun, quien acarreó el balón 11 yardas para el 14-7.
Desde ese momento los Purple People Eaters no tuvieron reacción y Gang Green aprovechó para acrecentar su ventaja antes del medio tiempo, con una anotación de Alshon Jeffey y un gol de campo de Jake Elliott.
Tanto en el tercer como en el cuarto final, las cosas no modificaron y Philly aprovechó para aumentar más su ventaja ante unos Vikingos, que ligaron su cuarta caída ante las Águilas en playoffs.