Pasaron 13 años, pero las Águilas de Filadelfia tuvieron una dulce revancha en donde liquidaron a todos sus fantasmas. Contra todo pronóstico, el conjunto emplumado plantó cara toda la postemporada, cargando con el papel de víctima, sin opciones, sin posibilidades. Pero todo ello alimentó el ego de un equipo herido, de un mariscal sustituto, Nick Foles, que en el momento más vital asumió el papel de titular con valor y destronó a una leyenda como Tom Brady para alcanzar la inmortalidad tras vencer a Nueva Inglaterra, en el SB 52, por marcador de 41-33.
El Dato: Patriotas y Águilas protagonizaron el segundo encuentro con más puntos en la historia del Super Bowl, con 74. El primer lugar aún lo ocupa la edición 30 de este duelo, entre 49’ers y San Diego, con 75.
Un inicio sorprendente tuvo Filadelfia. A pesar de que la defensiva de Patriotas colocó en aprietos a su ofensiva, Nick Foles, mariscal de campo de las Águilas, salió avante en dos jugadas donde el equipo emplumado se encontraba en tercera oportunidad y eso permitió que Philly llegara a la zona roja de Nueva Inglaterra. Sin embargo, el conjunto verdiblanco no pudo sacar provecho de esto y se limitó a anotar tres puntos por medio del pateador Jake Elliott.
La respuesta de los Pats fue inmediata y después de nueve jugadas, donde recorrieron 67 yardas, el conjunto patriota empató el juego mediante un gol de campo de Stephen Gostkowski.
Empero, el ritmo frenético que ambas escuadras impusieron en el inicio del encuentro, fue favorable para las Águilas de Filadelfia, que en su segunda serie ofensiva anotaron el primer touchdown del encuentro. Después de tres jugadas, Foles lanzó un pase profundo de 34 yardas a Alshon Jeffery, que con una atrapada fenomenal colocó el marcador 9-3, debido a que Elliott falló el punto extra.
A pesar de ello, los Patriotas de Nueva Inglaterra apelaron a su mística en este tipo de juegos y trataron de reponerse inmediatamente, pero los pateadores no salieron en su día y Gostkowski falló un gol de campo en el inicio del segundo cuarto.
Esta situación no pasó desapercibida por las Águilas de Filadelfia, quienes después de seis jugadas encontraron la segunda anotación del encuentro por medio de LeGarrette Blount, que recorrió 21 yardas con el ovoide para colocar el 15-3.
La desventaja era crítica, pero los Patriotas tuvieron una reacción por medio de un gol de campo de 45 yardas, que Stephen Gostkowski hizo bueno. Después de esto, las Águilas estuvieron cerca de ampliar la diferencia, pero Duron Harmon interceptó el pase de Nick Foles. Esta jugada fue trascendental, debido a que la magia de Tom Brady comenzó a aparecer y tras siete lances, Nueva Inglaterra anotó su primer touchdown.
Por lo tanto, y tras esta inesperada reacción, Filadelfia decidió contrarrestar este acto de rebeldía, así que después de siete jugadas, en las que recorrieron 70 yardas, ampliaron su ventaja a diez puntos. En esta ocasión, Trey Burton conectó un pase de 1 yd con Foles, quien sorprendió a los Pats en su faceta como receptor.
El tercer cuarto no pudo tener un mejor inicio para los Pats, quienes a través de pases cortos y largos, lograron romper la defensiva águila y redujeron la ventaja a un gol de campo tras la anotación de Rob Gronkowski, que atrapó un pase de cinco yardas para poner el parcial 22-19.
Aunque Filadelfia se vio sorprendida por este inesperado comienzo, la reacción de Philly fue positiva. Foles y su ofensiva comenzaron a usar el tiempo como un factor a su favor, por lo que, dependiendo de la situación, acarreaban o lanzaban el balón. Esta situación de no tener algo fijo, tenía en un serio descontrol a los defensivos patriotas y Nick Foles aprovechó esto para conectar con Clement y ampliar la ventaja a 10 unidades.
Sin embargo, en este juego fue una constante la tercera ley de Newton: a cada acción, hay una reacción y ante la anotación de las Águilas de Filadelfia, los Patriotas de Nueva Inglaterra hicieron lo propio por medio de Chris Hogan.
En el último cuarto, Nueva Inglaterra tomó por primera vez la ventaja del encuentro, pero antes de ello Jake Elliott colocó tres puntos más para Filadelfia, que se fue al frente por 32-26. A partir de ese momento, el trío conformado por Tom Brady, Danny Amendola y Gronkowski se hizo presente, este último anotó después de atrapar un pase de cuatro yardas.
No obstante, Philly, en los últimos minutos, logró anotar nueve puntos que finalmente le dieron la gloria negada en 2004.
Foles: De suplente a MVP del Super Bowl
Nadie hubiera imaginado al inicio de la temporada que Nick Foles se convertiría en el jugador más valioso del Super Bowl; incluso, muchos pensaron que tras la lesión de Carson Wentz, la temporada de las Águilas de Filadelfia había terminado.
Sin embargo, ayer consagraron su proyecto deportivo con el campeonato que sin duda alguna han conseguido de la mano de aquel quarterback que iniciara el año en la banca. Su determinación los llevó a concretar tres pases de anotación, con un total de 373 yardas y 28 pases completos por 43 intentos. Estos son los números con los que ha vencido a Tom Brady; además de concretar una jugada de engaño en la que quedó habilitado como receptor en la zona de anotación, acción que quedará en la memoria de los aficionados.
El nombre de Nick Foles quedará grabado en la historia del Super Bowl LII, pues mucho le deberá Filadelfia a quien saliera de la Universidad de Arizona, y que a pesar de su enorme actuación, no tendrá su futuro asegurado para la próxima temporada, en la que muy probablemente regresará a la banca, tras el regreso de Wentz.
El QB al ser cuestionado acerca del MVP que se llevó, sólo tuvo palabras de elogios para sus compañeros.
“No se sabe exactamente qué sentir, nunca había estado en un Super Bowl. Pero estaba tranquilo y mis compañeros me ayudaron”, señaló.