El torero Juan José Padilla fue galardonado con el Premio Nacional de Tauromaquia 2018 por el Ministerio de Cultura y Deporte español. El jurado quiso reconocer su figura en el año de su retirada de los ruedos, y ensalzó también los valores de esfuerzo, entrega y capacidad de superación dentro y fuera de los ruedos que encarnan la personalidad y trayectoria de Padilla.
El Premio Nacional de Tauromaquia, que este año cumple su sexta edición y está dotado con 30 mil euros, reconoce la labor meritoria de una persona, entidad o institución durante la temporada española de 2018 en el ejercicio de las diferentes actividades y manifestaciones de la tauromaquia. Pero más que a una temporada en concreto, para el de Jerez este premio reconoce toda esa enseñanza que ha ido adquiriendo desde que con solo ocho años decidiera que quería ser torero.
"Este galardón me emociona muchísimo, doy gracias por todo el cariño, reconocimiento y entrega que estoy recibiendo por parte de los aficionados. Todo esto me hace sentir orgulloso de esta profesión", dijo. El diestro no pudo ocultar su emoción tras recibir el premio.
Además, reconoció que el mundo del toreo no está en un buen momento: "No soy pesimista, confío en que el mundo taurino tenga siempre el apoyo político que necesita". Por otro lado, explicó las razones de su retirada: "Nunca he pensado en dejar el toreo, pero mis familiares y amigos sí me han pedido que dejara de torear porque ya había cumplido un ciclo. Pero siempre he dicho que el sufrimiento forma parte de la gloria y tenía claro que me debía a mí mismo no defraudarme y volver a ponerme delante de la cara del toro. Quería unas veinticinco corridas más, pero Dios me ha ido ayudando a superar estas adversidades".
Padilla ha sido uno de los toreros más importantes de las últimas décadas gracias a sus hazañas, aunque también por haber sido uno de los diestros más castigados por los toros, con las treinta y nueve cornadas que recorren su cuerpo, la más grave, la que sufrió en Zaragoza en 2011 y le costó la pérdida del ojo izquierdo. Pero lejos de suponer el final de su carrera, Padilla volvió pocos meses después a los ruedos, ya ataviado con un parche en el ojo para cumplir otros siete años más de profesión.
kl