La violencia que se vivió durante la llegada de Boca Juniors al Estadio Monumental previo a la Final de la Copa Libertadores contra River Plate sigue causando malos recuerdos en los jugadores bosteros y uno de los principales afectados, el volante argentino Pablo Pérez, habló sobre ello con los medios de su país a dos días de vivir uno de los peores sustos de su vida.
"Estoy con mucha bronca. Siento impotencia. El episodio del sábado fue lamentable. Después de cruzar el puente (antes de llegar al Monumental) aparecieron 200 personas a tirarnos piedras. Fueron tres minutos que no se los deseo a nadie.
Si me sacan el ojo, no me lo paga nadie. ¿Cómo vamos a ir a una cancha donde no hay seguridad? La gente estaba loca. Si nosotros le damos la vuelta en su cancha, ¿qué pasa? Me matan. ¿Cómo puedo ir a una cancha donde sé que puedo llegar a morir? No puedo jugar en una cancha donde sé que me pueden matar"
El ex jugador del Málaga sufrió el impacto de un proyectil en el ojo izquierdo y, según cuenta, eso no le importó a nadie. "Yo estaba en el hospital y el partido se estaba por jugar. Me llamó el entrenador para decirme que vuelva. Si se jugaba, yo iba a estar igual, porque me estaban obligando, pero no podía", prosiguió.
Finalmente el partido todavía no se lleva a cabo, pero pase lo que pase quedará en la memoria del mediocampista de 33 años, y no como un recuerdo feliz.
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"#PabloPérez, ha perdido el 60% de la visión de su ojo. Pero ha dicho que si tiene que jugar, aunque sea con UN OJO, NO se lo perderá si #Guillermo lo pone"@arevalo_martin x @radiolared pic.twitter.com/0LFWhtotQo
— La12tuittera ⑫ (@La12tuittera) 25 de noviembre de 2018
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