El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió en la Casa Blanca a los integrantes de los Nacionales de Washington, equipo que el miércoles pasado conquistó la Serie Mundial en el beisbol de Grandes Ligas.
El relevista Sean Doolittle, quien junto con su esposa ha trabajado con refugiados sirios y veteranos del Ejército, y apoya los derechos de la comunidad gay, no asistió al evento. Entre los que también se ausentaron está el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, Anthony Rendón, los jardineros Víctor Robles..
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De los 25 jugadores de la plantilla de los Nacionales para la Serie Mundial, 18 estuvieron presentes. El propietario Mark Lerner fue el único miembro de dueños que asistió.
Trump celebró el primer título de la franquicia en su historia diciendo que era una “histórica anécdota de remontada”, y predijo que será la primera victoria de muchas. Destacó al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, Stephen Strasburg, y al MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, Howie Kendrick, entre otros.
El cátcher Kurt Suzuki lució una gorra de “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”, durante la ceremonia de media hora. El primera base Ryan Zimmerman agradeció a Trump por mantener a salvo el país y hacerlo el mejor del mundo, para después entregarle una camiseta del equipo con el número 45.
Pese a esos momentos y la referencia del presidente al proceso de juicio político que enfrenta, la visita de los Nacionales no tomó un tono político, tal como sucedió en 2018 cuando los Medias Rojas de Boston fueron invitados.
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EVG
