El nuevo milenio empezó a contar la historia del que se convertiría en uno de los mejores futbolistas de la historia: Lionel Andrés Messi Cuccitini, quien en el año 2000 inició su travesía por Barcelona.
Acompañado de su padre, "La Pulga" viajó a Barcelona con la esperanza de continuar con una carrera que se veía trunca por una falla en la hormona del crecimiento que lo separó del Newell's Old Boys.
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La primera señal de un futuro brillante se dio cuando se encontraron en su camino con Carles Rexach, exresponsable de la cantera de los blaugranas, quien confió en aquel joven y para diciembre de 2000, comenzó oficialmente el vínculo entre Barcelona y Messi, una historia de amor que parecía inquebrantable.
Sin embargo, como todo en la vida, parece que llega el cierre de un ciclo. El fin de la era más fructuosa del club catalán que de la mano de Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Carles Puyol, Gerard Piqué y Messi, entre muchas otras estrellas, brindaron grandes alegrías a los aficionados culés.
En las últimas horas se dio a conocer que el astro argentino ya decidió marcharse de la institución después de los malos resultados que aquejan al equipo en las últimas campañas.
Fueron 20 años en los que tanto en el individual como lo colectivo, Leo se ganó el respeto de las máximas figuras de futbol por la magia que pintaba cuando pisaba el terreno de juego.
Cuatro títulos de Champions League, 10 Ligas, seis Copas del Rey, tres Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa y ocho Supercopas de España, los títulos que el nacido en Rosario entregó a la institución azulgrana.
No hubo un título ni un récord que no destrozara en su paso por las canchas del balompié español. En el ámbito individual, Messi obtuvo seis balones de oro, seis pichichis y seis botas de oro, convirtiéndose en el jugador que acumula más de estos trofeos.
Como si se tratara de un huracán que se convierte en una ligera llovizna, la felicidad con la que se veía jugar a Messi fue desapareciendo poco a poco por la presión de sus recientes eliminaciones en la Liga de Campeones de Europa.
La gota que derramó el vaso fue la goleada que recibieron ante el Bayern Múnich por 8-2 en los Cuartos de Final de la Champions League. El fin de una era había llegado.
Luego del fracaso continental, la directiva empezó a tomar cartas en el asunto y arrancó una limpieza que inició con la destitución del técnico Quique Setién.
Con la llegada de Ronald Koeman al banquillo blaugrana se dio paso a la siguiente etapa que significó darle las gracias a jugadores como Luis Suárez, Arturo Vidal e Ivan Rakitic.
Ahora, la preocupación de la afición del Barcelona está puesta en la partida de Lionel Messi y la duda es ¿qué equipo será el afortunado de tenerlo defendiendo sus colores en el terreno de juego?.
rmp
