Desde antes de que iniciara el US Open, ya se sabía que sería un torneo atípico por la ausencia de las dos máximas figuras del tenis en la última década: Rafael Nadal y Roger Federer.
Ayer, esa premisa se terminó de confirmar, luego de que se lograra una proeza que tenía 71 años sin ocurrir, pues nunca antes un jugador que había perdido los dos primeros sets se recuperaba y al final alzaba el título, tal y como lo hizo Dominic Thiem.
Un nuevo monarca saldría del duelo entre el alemán Alexander Zverev y el austriaco Dominic Thiem. Un campeón inédito, algo que no sucedía desde 2016.
Thiem vino de atrás, luego de perder los primeros dos sets, para coronarse con 6-2, 6-4, 4-6, 3-6 y 6-6 (6-8), en poco más de cuatro horas que los aficionados se mantuvieron al borde de sus asientos.
La inexperiencia era un factor que se consideraba desde antes de que arrancara la gran final, pues ninguno de los dos había levantado un Grand Slam en su carrera e incluso, Zverev nunca había disputado el último partido de un torneo de esta investidura.
Sascha llegó al US Open como la quinta cabeza entre los favoritos, por detrás de Novak Djokovic, Dominic Thiem, Stéfanos Tsitsipás y Daniil Medvedev, pero poco a poco los líderes fueron cayendo hasta dejar al alemán y al austriaco.
El partido comenzó muy complicado para Dominic, quien perdió los primeros dos sets ante un Zverev quien con garra atacaba la red para ganar valiosos puntos.
Desde el primer set el nacido en Hamburgo arrancó con saques agresivos para llevarse la ventaja en el juego por 6-2, ante la mirada de los pocos afortunados que pudieron estar dentro del estadio, luego de que se determinara que el certamen se disputaría a puerta cerrada.
Para la segunda parte no fue diferente y el alemán de 23 años de edad incrementó su ventaja, ahora por 6-4.
El partido se le complicó al Heredero a partir del tercer set, pues Thiem se llevó los siguientes por 6-4 y 6-3, luego de sus excelentes segundos servicios, con los que sorprendió a Alexander.
Sin embargo, el milagro se pudo consolidar y el quinto set se empató para obligar a un tie break que terminó ganando el austriaco por 6-8 para grabar su nombre en la historia del deporte blanco.
Esta final fue icónica, además, por ser la primera en la que se enfrentaban dos jugadores nacidos en la década de 1990, Thiem tiene sólo 27 años, mientras que El Principito tiene 23 y un futuro brillante por delante.
El último campeón inédito fue el suizo Stanilas Wawrinka, quien se coronó en la final de 2016 tras vencer a Novak Djokovic en 4 sets, por 6-7(1), 6-4, 7-5 y 6-3.
Dominic Thiem entró a la exclusiva lista de ganadores del Abierto de Estados Unidos, donde hasta el momento se mantienen Richard Sears, William Larned y Bill Tilden como los máximos monarcas con 7 coronas.
Al finalizar el partido, ambos jugadores se fundieron en un abrazo que selló su amistad más allá de los títulos individuales; Zverev no se contuvo y rompió en llanto y dedicó el torneo a sus padres, quienes estan infectados por el Covid-19.
rmp