A lo largo de la historia ha quedado claro que la discriminación es uno de los grandes problemas que afectan al mundo. Es por eso que recientemente se han realizado una multitud de marchas a favor de los derechos humanos.
De acuerdo con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (LFPED), la discriminación es “toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades”.
La última Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS), realizada por el INEGI en 2017, dio a conocer que, en México, El 20.2% de la población de al menos 18 años fue discriminada por alguna característica o condición personal, tono de piel, manera de hablar, peso o estatura, forma de vestir o arreglo personal, clase social, lugar donde vive, creencias religiosas, sexo, edad y orientación sexual.
Recientemente, equipos y deportistas de diferentes disciplinas alrededor del mundo han dejado clara su postura en contra del racismo y la desigualdad social. Clubes de futbol de la Bundesliga, LaLiga, MLS, Serie A y Premier League se han arrodillado previo a sus partidos para decir “ya basta”.
“Hay una enorme responsabilidad y una deuda histórica en los distintos sectores deportivos en el combate a la discriminación. El deporte es un catalizador social, pues forma parte de uno de los núcleos donde las personas se desenvuelven”, dijo René Nieto, especialista en temas de discriminación y docente universitario, en charla con La Razón.
El #BlackLivesMatter se volvió tendencia en los últimos meses, luego de los asesinatos de George Floyd y Breonna Taylor en Estados Unidos, a manos de policías. Ante esto, algunas ligas deportivas de aquel país, como la NBA, MLB, NHL y MLS se manifestaron y en sus uniformes usan distintivos y frases en contra del racismo.
Incluso, las protestas fueron más allá de arrodillarse durante el himno o abandonar la duela, y los Bucks de Milwaukee, de la NBA, dieron el primer paso y decidieron hacer un boicot histórico para no jugar el quinto partido de la primera ronda de los Playoffs.
Luego de ellos, se detuvieron los siguientes partidos de la NBA, Grandes Ligas y la MLS, marcando un precedente en la lucha contra el racismo y la desigualdad social.
“Es muy interesante cómo esta guerra civil que se desencadenó en abril o mayo por la cuestión de la violencia policial y racial, afectó en los deportes. Me parece que ahí se ve que el deporte puede tener una posición política”, aseguró el sociólogo Marco Antonio García, en charla exclusiva con La Razón.
PROTESTAS EN EL DEPORTE SON HISTÓRICAS
Los Juegos Olímpicos de México 1968 estuvieron enmarcados por actuaciones de antología en diferentes disciplinas como los saltos de Bob Beamon y Dick Fosbury; sin embargo, hubo un hecho extradeportivo que pasó a la historia.
La señal del “Black Power”, que en principio utilizaron Tommie Smith y John Carlos, dos corredores afroamericanos que se subieron al podio con el primer y tercer lugar en la prueba de los 200 metros planos.
Aquella imagen en la que se ve a los atletas levantando el puño con un guante negro mientras sonaba el himno de Estados Unidos, pasó a la historia del olimpismo internacional.
Décadas más tarde, la lucha contra el racismo sigue vigente. Colin Kaepernick, mariscal de campo que fue elegido en la segunda ronda del Draft de 2011 se llevó los reflectores cuando el 1 de septiembre de 2016 se hincó durante el himno de Estados Unidos por primera vez, en un duelo ante los Chargers de Los Ángeles.
"No me voy a parar y mostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a la gente negra y de color. Para mí esto es más grande que el juego y sería egoísta de mi parte mirar hacia el otro lado. Hay cuerpos en la calle y la gente se sale con la suya en los asesinatos”, era la postura de Kaepernick.
Sus acciones, sin embargo, lo llevaron a que desapareciera de la esfera de la NFL, al menos durante unos años, tras las críticas del presidente estadounidense Donald Trump.
Además del exquarterback, diferentes atletas élite han alzado la voz en contra de la discriminación como el piloto de Mercedes, Lewis Hamilton; la estrella de la NBA, LeBron James y la futbolista estadounidense Megan Rapinoe.
“Creo que el mundo entero vive un despertar de consciencia y eso implica que cada vez estamos poniendo más en la mirada pública las desigualdades. Hoy por hoy, un equipo que se arrodilla contra el racismo en un partido es un gran llamado de atención”, comentó el también catedrático, René Nieto.
Asimismo, aseguró que los defensores de los derechos humanos siempre “navegan contra corriente”, pues tienen que luchar ante la política de Donald Trump, “el presidente de una de las naciones más poderosas del mundo”.
CAMPAÑAS PUBLICITARIAS DESVIRTÚAN EL MENSAJE
Desde que comenzaron las manifestaciones en el mundo del deporte, algunas marcas lanzaron spots publicitarios en los que apoyan los movimientos para erradicar la desigualdad.
Nike, por ejemplo, desplegó un comunicado en el que dio a conocer que destinaría 40 millones de dólares en los próximos cuatro años para apoyar a organizaciones que luchen contra el racismo en Estados Unidos.
Algunas otras marcas como Adidas, Puma y Under Armour también se sumaron a las protestas contra la discriminación.
“El racismo sistémico y los eventos que se han desarrollado en Estados Unidos durante las últimas semanas sirven como un recordatorio urgente del cambio continuo que se necesita en nuestra sociedad. Sabemos que las vidas negras importan”, se lee en el comunicado.
Sin embargo, para el sociólogo Marco Antonio García, ese puede ser un error que a la larga desvirtuaría el mensaje original de lucha.
“Esta fusión del deporte con la política, relacionada con las recientes manifestaciones en Estados Unidos, me parece grandiosa siempre y cuando no llegue la industria cultural para que se convierta en un slogan”, dijo el también catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para el sociólogo, la industria cultural puede llegar a manipular el mensaje, al “colgarse” de los deportistas que apoyan el movimiento para generar un consumo por parte del público general.
“Eso es lo que pasa a veces con algunas manifestaciones que tienden a politizarse hasta que llega el capitalismo y a través de sus mecanismos los arroja a través de un slogan como con Nike”, aseguró.
LA LIGA MX NO SE SALVA DEL RACISMO
Pese a las manifestaciones que se han presentado en el mundo en contra de la discriminación racial, en la Liga MX no se presentaron manifestaciones por parte de los jugadores y equipos en el reinicio de la actividad en el Torneo Guard1anes 2020.
El árbitro mexicano, Adalid Maganda, denunció en 2015 que jugadores del Pachuca hicieron sonidos similares a los de los monos, cuando el silbante se dirigía a los vestidores del Estadio Andrés Quintana Roo, luego de un partido de Copa MX, ante el Atlante.
Maganda es uno de los pilares de la lucha contra el racismo en el balompié nacional y en diferentes ocasiones se ha manifestado por actos de racismo, incluso, dentro de la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
En 2018, el silbante dio a conocer que sufría de racismo al interior de la FMF, por lo que en noviembre de ese año inició una huelga de hambre, que a la larga le dio frutos, pues llegó a un acuerdo para volver a arbitrar.
Asimismo, a manera de protesta, el oriundo de Guerrero se hincó previo al partido entre Cruz Azul y Toluca, en la Copa por México, certamen amistoso que sirvió como pretemporada de cara al Guard1anes 2020. Pero el de Maganda no es el único caso.
“Me decían negro, chango y feo desde niño. Yo sufrí el famoso bullying desde la primaria y ya en el futbol mexicano también, te digo que les paraba un penalti o hacía un paradón y no faltaba el que te decía ‘negro, hijo de tu no sé qué, no sé cuándo…’”, recordó el exportero de las Águilas del América, Adrián Chávez, en entrevista exclusiva con La Razón.
El mundialista con México en 1994 confesó que ese tipo de insultos, más allá de que se los tomara personal, lo motivaban para seguir adelante con sus actuaciones bajo los tres palos del arco de los de Coapa.
“Yo lo convertía en positivismo. Yo les demostraba que era mejor atleta que cualquiera. Les demostraba que era bueno y creo que es lo que debemos de hacer, las cosas negativas convertirlas en positivismo”, contó.
En 2015, jugadores del América denunciaron que su compañero, Darwin Quintero, había sufrido insultos racistas por parte del entonces capitán de los Pumas, Darío Verón, quien habría llamado “simio” al colombiano.
El acto se habría dado en las Semifinales del Apertura 2015. Aquel partido terminó con los ánimos a tope; sin embargo, la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol no sancionó al defensor paraguayo, pues “no se comprobaron los hechos o actos que se le imputan al jugador”.
“Siempre ha habido [racismo], recuerdo que a Hugo [Sánchez] le tocó en su llegada a España y a mí en lo personal compañeros que me decían cosas porque les demuestras que no los dejas meter un gol o que haces una jugada bien”, comentó Chávez.
Sin embargo, el exarquero aseguró que de las últimas décadas para la actualidad han existido una cultura en la que se intenta respetar la igualdad para tratar de erradicar la discriminación.
“Creo que en México y Estados Unidos se acrecentó desde los años de 1960 y 1970 un tema de igualdad, como debe de ser porque no debe haber distinciones entre blancos, negros, amarillos ni de ninguna raza, todos somos seres humanos y tenemos los mismos derechos”, agregó.
Por otro lado, el portero con más títulos en la historia del cuadro azulcrema dijo que se deben tomar medidas para tratar de evitar el racismo en el terreno de juego y propuso que las sanciones sean severas.
“Yo creo que, si nos ponemos de acuerdo, hay muchas cosas para hacer una manifestación. Si llega a haber un acto de discriminación, que se castigue duro para que se erradique. Mientras no se castigue fuertemente, obviamente va a seguir existiendo, pero si nos ponemos de acuerdo sí se va a poder erradicar. Tenemos que ponernos de acuerdo bien para que tengamos mejores generaciones en cuestiones de civismo. Saber que a los jóvenes les dejamos un mejor país o un mejor mundo en el que haya igualdad tanto de raza como de género”, sentenció.
René Nieto, experto en temas de discriminación, por su parte, aseguró que en algunas ocasiones el deportista tiene miedo de manifestarse, por lo que las expresiones en contra de las desigualdades en el deporte mexicano no se ven tan constantemente.
“El miedo cohíbe, pero yo creo que tenemos que emprender una lucha y decirle a las personas que aún tienen miedo de enfrentarse al sistema que hay muchos quienes vamos a estar ayudándolos en contra de estas injusticias”, afirmó.
GRITO HOMOFÓBICO, un ACTO DE DISCRIMINACIÓN
Pese a que la FIFA ya ha sancionado a la Federación Mexicana de Futbol en repetidas ocasiones debido a que los aficionados reinciden en el grito homofóbico, dicha expresión no se ha podido erradicar de los estadios del balompié mexicano.
A partir del Clausura 2020 la Liga MX dio a conocer que en caso de que se escuchara el grito durante un partido, la sanción caería sobre el equipo local y sus aficionados, por lo que se castigaría con un partido de veto.
El primer club que infringió con la norma y que se hizo acreedor a la sanción fue el Atlas de Guadalajara, a principios de este año.
“La misma FIFA ha estado resistente a sancionar a los estadios por el grito homofóbico, es decir, se lograron un par de vetos en los estadios, pero el grito sigue. No basta con el cambio simbólico, hay que hacer cambios de fondo y sin miedo”, consideró René Nieto.
Además de la Federación Mexicana de Futbol, otros países se han hecho acreedores a sanciones por gritos de esa índole en sus estadios. Tal es el caso de Brasil, Perú, Ecuador y Chile, entre otros.
Asimismo, aseguró que para que haya un cambio en ese sentido, se necesita tener una conversación con los líderes de las porras de los diferentes equipos de la Liga MX para llegar a un acuerdo.
“Necesitamos voluntad que pasa hasta por las barras de futbol. Decirle a los líderes de las barras que no griten eso, que griten otra cosa que no sea homofóbica”, sentenció.
rmp