La polémica por la duración de los partidos de tenis y el daño que dicha situación le hace a los atletas comienza a causar mucho revuelo y más después de que Kiki Bertens abandonó la cancha de Roland Garros en silla de ruedas.
La holandesa derrotó a la italiana Sara Errani en tres sets, 7-6 (5), 3-6 y 9-7, en un partido que duró más de tres horas y el desgaste fue tanto que la triunfadora tuvo que abandonar la cancha en silla de ruedas a causa de los múltiples calambres que comenzó a tener.
Por su parte, la italiana Sara Errani aseguró que no le creía las dolencias a su oponente, pues corrió como nunca en el último set y tanto fue su coraje que hasta se burlaba como si le dieran calambres.
“¿La has visto correr menos de lo normal en el último set? Ha corrido como nunca durante una hora, luego otra hora. Se va de la pista en silla de ruedas, una hora después está en el restaurante, comiendo perfectamente”, dijo Errani.
De inmediato Kiki Bertens le respondió y aseguró que si es tan buena actriz debería de dedicarse a eso, pero sólo ella sabe lo que en realidad sufrió con los calambres que le daban en la pierna izquierda.
“Si dice que ha sido una gran actuación, quizá deba tomar clases de actriz y dedicarme a esto. Los calambres iban y venían, se movían por todo mi cuerpo. Estuve unos 45 minutos con los fisioterapeutas y solamente cuando pasó media hora se fueron por fin los calambres. Hubiera estado bien que Sara estuviera conmigo para que viera lo que pasó", resaltó la holandesa.
Sin duda los partidos de tenis cada vez se hacen más extensos de tiempo y los jugadores acaban agotados, pues el claro y último ejemplo está en la final del US Open entre Dominic Thiem y Alexander Zverev, en la que Thiem aseguró que sus rodillas acabaron desechas.
dh