Miles de personas se reúnen afuera de la Casa Rosada, sede de Gobierno argentino, en Buenos Aires, para despedirse del astro del futbol Diego Armando Maradona, conocido también como el "Pelusa".
Se formaron largas filas y algunos desmanes de hinchas impacientes por dar el último adiós al cuerpo del mayor ídolo argentino del fútbol.
Dentro de la Casa Rosada, en un vestíbulo principal, los visitantes pueden ver el féretro cerrado con los restos de Maradona, cubierto por una bandera argentina y por decenas de camisetas de distintos clubes de fútbol.
Algunas personas lanza besos al aire, se golpean el pecho con el puño y gritan “Vamos Diego”. Otros lloran desconsoladamente.
Los admiradores del astro, que en los últimos tiempos se desempeñaba como entrenador del club argentino Gimnasia y Esgrima de La Plata, llevan cubrebocas debido a la pandemia del coronavirus.
El velatorio comenzó de madrugada con una ceremonia íntima para familiares y allegados, antes de permitir el acceso del público.
Muchos hinchas pasaron la noche en la Plaza de Mayo esperando el momento para entrar.
En el frente de la Casa Rosada se instaló un crespón negro gigante y en uno de sus balcones una pantalla que reproducía fotos emblemáticas de Maradona.
En tanto varios carteles con frases como “Gracias Diego” y “La pelota está llorando, el cielo está de fiesta" se podían leer en las rejas que rodean el palacio gubernamental.
Maradona murió la mañana del miércoles debido a complicaciones por un paro respiratorio; autoridades del país sudamericano decretaron tres días de duelo nacional.
Diego perdió la vida en una residencia que alquilaba a las afueras de Buenos Aires, en San Andrés, y donde se recuperaba de una operación en la cabeza a la que se sometió hace un par de semanas.
La Asociación de Futbol Argentina se despidió en sus redes sociales del mejor jugador en su historia y que probablemente pasen muchos años antes de que alguien lo pueda superar.
ntb