El último evento del año en la WWE terminó de una manera épica y violenta, luego de que en el TLC (mesas, escaleras y sillas, por su siglas) se viviera una escena de verdadero terror.
En el combate Inferno Match, Randy Orton y Bray Wyatt se enfrentaron en una lucha en la que dejaron todo sobre el cuadrilátero, pero en la que al final "The Viper" salió vencedor.
En una de las escenas más memorables en la historia de la WWE, se ve cómo Randy Orton logra incendiar al "Demonio", mientras celebra con la pose que lo ha caracterizado a lo largo de su carrera.
Los dos cinturones más importantes de la compañía también se disputaron en un par de combates de TLC, en la que Roman Reigns y Drew McIntyre lograron retener sus títulos.
rmp