Arjen Robben, villano número 1 de la afición mexicana al futbol desde el partido entre el Tricolor y Holanda en los octavos de final del Mundial de Brasil 2014, anunció este jueves su retiro de las canchas.
El jugador originario de Bedum, Groninga, dice adiós con la camiseta del Groningen, club con el que debutó en 2000 y al que había regresado el año pasado, luego de que en 2019 había informado por primera vez que ya no jugaría.
El último mensaje de Robben
"La decisión de dejar el futbol es justa y realista. A partir de hoy ya no soy un jugador, sino un seguidor de nuestro FC Groningen. Me gustaría agradecer a todos los aficionados por todo el cálido apoyo y los mensajes que he recibido durante el año pasado", fue parte del mensaje que compartió Robben al respecto en sus redes sociales.
El ahora exjugador de 37 años agregó que su decisión se debe a que ya no se sentía en las condiciones óptimas para seguirse desempeñando como deportista.
"Para mí era importante mantener la forma física que había adquirido en los meses anteriores y no retroceder demasiado. Esto me permitió experimentar al mismo tiempo si se sentía bien desde un punto de vista físico y si era realista continuar un año más. Solo que el cuerpo no me dio las buenas sensaciones y la confianza que necesitaba. Por eso decido detenerme", subrayó.
PSV Eindhoven, Chelsea, Real Madrid y Bayern Múnich fueron los otros equipos en los que militó el subcampeón mundial en Sudáfrica 2010.
La anécdota del famoso "No era penal'
Arjen Robben pasó a ser conocido y rechazado por la afición de la Selección Mexicana el 29 de junio de 2014, cuando a minutos de que aztecas y holandeses se fueron a tiempo extra en Brasil 2014 provocó un penalti con el que la Naranja Mecánica se impuso en tiempo de compensación a los entonces dirigidos por Miguel Herrera.
"No era penal", fue el famoso reclamó de los seguidores mexicanos ante lo que consideraron una exageración y farsa del seleccionado holandés tras un contacto en el área con Rafa Márquez.
EVG