En la antigua Grecia, cuna del Olimpismo, el fuego tenía un significado muy especial. Por ello, la antorcha olímpica es una tradición que se mantiene desde los primeros Juegos Olímpicos.
El fuego simbolizaba lo que Prometeo le robaba a los dioses para dárselo a los hombres, motivo por el que los griegos pensaban que debía ser purificado.
¿Cómo se encendía la llama?
Los helenos utilizaban la Skaphia, herramienta que tenía la función de contener los rayos del sol para mantener alta la temperatura. Ya que se conseguía el calor necesario, se le introducía una antorcha para prender así el fuego santo.
En la antigüedad, los mensajeros salían de Elis para comunicar a las otras ciudades la fecha y hora exactas del arranque de los Juegos Olímpicos, justo antes de que los deportistas se dieran cita en Olimpia para participar en la competencia.
No obstante, fue hasta la edición de los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928 cuando resurgió y cobró fuerza la leyenda de la antorcha olímpica, pues fue la primera ocasión que se incluyó un pebetero en un estadio (el Olympisch Stadion) para que se alojara la llama olímpica.
Originalmente, la llama olímpica se encendía en la sede del certamen, desde Berlín 1936 se modificó el protocolo debido a que Carl Diem, presidente del comité organizador de aquella justa, propuso la inclusión de un relevo de antorchas.
Este recorrido siempre debe encenderse primero en el Comité Olímpico de Grecia, sede de la edición I de los Juegos Olímpicos Modernos en 1896 y los XXVIII en 2004.
Relevo de la antorcha de Tokio
Japón ya espera el relevo de la antorcha olímpica, cuyo relevo ya está en la recta final luego de que comenzó el pasado 25 de marzo en el J-Village National Training Center de la prefectura de Fukushima.
Hasta el 23 julio, el recorrido habrá durado 121 días llegando a aproximadamente el 98 por ciento de la población en Japón en 47 prefecturas de la nación asiática.
La antorcha olímpica mide 71 centímetros de alto, pesa 1.2 kilogramos (el cuerpo principal 1 kg y el componente de combustión 0.2 kg) y la llama se elevará entre 25 y 30 centímetros al encenderse..
El peso y la empuñadura fueron hechos para que cualquier persona pueda sostener fácilmente la antorcha olímpica de los Juegos Olímpicos de Tokio.
EVG