En 1985 se llevó a cabo la primera competencia de escalada deportiva, aunque en ese momento se denominó bajo el nombre de SportRoccia. En Tokio 2020, es una de las cinco disciplinas que debutan y lo hace con tres modalidades: escalada en bloque, velocidad y dificultad, en las cuales los escaladores ponen en práctica sus habilidades y fuerza en una pared vertical.
La primera de ellas obliga a los atletas a subir con tiempo determinado en diversas vías fijas en una pared de 4.5 metros. La segunda, pone frente a frente a dos competidores en un muro de 15 metros con ángulo de 95 grados, mientras que en la tercera el objetivo es ascender lo más alto posible en un muro de aproximadamente 15 metros en seis minutos. El vencedor se determina luego de que cada participante haya actuado en todas las modalidades. La sede de esta disciplina en los Juegos Olímpicos, que se realizan en Japón, es el Parque de Deportes Urbanos de Aomi.