Ryan Crouser llegó a los Juegos Olímpicos como el máximo favorito para colgarse el oro en el lanzamiento de bala, luego de que en Río 2016 diera la campanada y ganara la prueba.
Los pronósticos se cumplieron, pero además, el estadounidense deleitó a los pocos presentes en el estadio, al romper su propia marca tres veces y así imponer un nuevo récord olímpico.
Crouser lanzó 22.83m y 22.93m en sus primeros intentos, lo que ya le bastaba para imponer marcas olímpicas, pero en su última ejecución alcanzó los 23.30, quedando sólo a 7 centímetros del récord del mundo, que también posee.
El podio lo completaron su compatriota Joe Kovacs, con una distancia de 22.65 y el neozelandés Tomas Walsh, con 22.47 metros.
CON DEDICATORIA ESPECIAL
Al ejecutar su último lanzamiento, con el que aseguró su medalla de oro, Crouser se llevó las miradas tras enseñar un papel con la leyenda "Abuelo, lo hicimos. Campeones olímpicos de 2020".
rmp