Krystsina Tsimanouskaya, velocista de Bielorrusia, declaró a la prensa de Varsovia que está "feliz y segura" por su llegada a Polonia, luego de que su país la tratara de deportar de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La corredora declaró a la prensa en Polonia que está "sorprendida de que la situación se haya convertido en tal escándalo político", ya que en principio todo se trató de un hecho deportivo.
Krystsina acusó que su equipo olímpico trató de obligarla a regresar a Bielorrusia, pero temía por su seguridad, por lo que Polonia le extendió una visa humanitaria a la atleta.
Krystsina quiere seguir con su carrera deportiva
Antes de dejar Tokio, Krystsina estuvo dos noches en la embajada de Polonia y una vez en el país europeo aseguró: "No contemplo el asilo político... solamente quiero continuar mi carrera deportiva".
El problema se originó debido a que la velocista tenía que competir en las eliminatorias de los 200 metros, sin embargo, su equipo la asignó en el relevo 4x400, informó Krystsina en su cuenta de Instagram.
Además, Tsimanouskaya firmó una carta abierta en la que se solicitan nuevas elecciones y la liberación de presos políticos en Bielorrusia, motivo que por el cual no ha sido bien vista en su país.
La competidora en Tokio 2020 confesó: "mis padres me dijeron que hablaban mal de mí en la televisión (en Bielorrusia)" y finalizó diciendo que recibió "muchos mensajes desagradables", pero también "mensajes de apoyo".
aar