Los problemas entre Julio César Chávez y sus hijos continúan, pero la leyenda del boxeo mexicano reconoció que los ama y está orgulloso de que tomaran la decisión de empezar una rehabilitación para saber qué han hecho bien o mal.
"Están en recuperación, yo pienso que van a estar bien física, mentalmente y espiritualmente mis hijos porque son buenos, son nobles, desafortunadamente pues a veces agarran el camino equivocado, pasos que ya viví yo, creo que mis hijos están a tiempo todavía y hay que darles una nueva oportunidad", dijo en una entrevista que dio al programa Ventaneando.
Chávez reconoció que la carrera de Julio y Omar, sus dos primeros hijos, se ha ido en picada y no precisamente por no tener condiciones, sino por que llegan mal a las peleas, ya sea por el peso o sin preparación.
"Su carrera se les ha ido desmoronando pelea tras pelea porque no llegan bien preparados. porque no se preparan a conciencia, porque facultades tienen, desafortunadamente a la hora de la pelea andan pesados, no se prepararon bien", añadió.
Por otra parte, resaltó que siguen molestos con él por subir a Saúl "Canelo" Álvarez al ring en su última pelea y reconoció que todo lo que se ha ganado el originario de Jalisco es por su trabajo y dedicación.
Julio César Chávez tendrá una pelea más de box
"La Leyenda" reconoció que aún quiere pelear y su próximo encuentro será cuando cumpla 60 años de vida y el combate se celebrará en Tijuana, pero no reveló el nombre de su contrincante y dijo que sería una sorpresa.
"Ya me retiré de las exhibiciones, pero quiero implantar un récord ahora que cumpla 60 años y hacer mi última exhibición en Tijuana. Todavía no he platicado con el rival", sentenció ante las cámaras de TV Azteca.