Rafael Nadal se prepara para jugar su primer Grand Slam en más de siete meses luego de una dolorosa lesión en el pie izquierdo que le permitió disputar un solo torneo en la segunda mitad de la temporada pasada. En diciembre se enfermó de COVID-19.
Su sola presencia en la conferencia de prensa previa al Abierto de Australia del sábado era de interés periodístico o lo hubiera sido en casi cualquier otra ocasión.
La figura protagónica en la previa a este Abierto de Australia ha sido y parece destinada a ser Novak Djokovic y sus esperanzas de defender el título en una competencia que requiere estar vacunado contra el coronavirus aunque él no lo está. Así que Nadal, con sus palabras y lenguaje corporal expresó el sentimiento de muchos en el mundo del tenis cuando se encogió de hombros, exhaló ruidosamente y dijo lo siguiente acerca de la interminable historia de si su rival jugará o no: “Honestamente, estoy un poco cansado de la situación”.
“El Abierto de Australia es mucho más importante que cualquier jugador. Si finalmente juega, bien. Si no juega, el Abierto de Australia será un gran Abierto de Australia, con o sin él. Ése es mi punto de vista”, dijo Nadal.
Rafa Nadal sí cree en las vacunas
A diferencia de Djokovic, Nadal está vacunado. Lo mismo que 97 del Top 100 del escalafón de la ATP y 96 del Top 100 del de la WTA.
“Todo esto podría haberse evitado con sólo vacunarse como hemos hecho todos, haciendo lo que había que hacer para venir a Australia. Todos conocían muy claramente las reglas. Hay que acatarlas y punto. No me parece tan difícil”, dijo Garbiñe Muguruza, una española de 28 años campeona de dos Grand Slam y tercera preclasificada.
Por el momento, Djokovic está anotado para jugar el lunes, en la jornada inicial del primer major del año, en el que tanto él como Nadal aspiran a ganar su Grand Slam 21 y superar la marca que comparten con Roger Federer.
Pero antes, Djokovic, y, según parece, cualquiera que tenga el menor interés en el tenis o en las últimas noticias relacionadas de alguna manera con la pandemia, deberá esperar a ver qué sucede en una audiencia judicial el domingo sobre su apelación a la segunda revocación de su visa por el gobierno australiano.
daho