Al menos en la antesala, sin que una raqueta haya impactado todavía una pelota, parece que esta edición de Wimbledon quedará en la memoria por quiénes están ausentes y qué faltará.
Y eso que hay un factor imposible de desdeñar. El torneo del Grand Slam sobre césped marcará el regreso de Serena Williams a los duelos individuales, tras mantenerse al margen durante más de un año.
Su condición de estrella iluminará el certamen durante el tiempo que permanezca jugando.
Dueña de siete campeonatos en el All England Club, y de 23 en los majors, un récord en la era profesional, Williams no compite en individuales desde junio de 2021, cuando se resbaló en el césped de la Cancha Central y se lastimó la pierna derecha.
Abandonó su duelo de primera ronda en el set inicial.
“No me retiré. Nada más necesitaba un descanso físico y mental”, dijo Williams el sábado.
Williams apareció sorpresivamente en los dobles del torneo de Eastbourne esta semana, junto a Ons Jabeur. Sin embargo, la estadounidense de 40 años no jugó en individuales antes de Wimbledon.
Daniil Medvedev, primero del escalafón mundial, tiene prohibido participar, por orden del All England Club, que marginó del torneo a todos los deportistas rusos y bielorrusos, debido a la guerra en Ucrania.
“Es un error”, consideró Martina Navratilova, integrante del Salón de la Fama, en referencia al veto. “¿Qué se supone que deberían hacer? ¿Abandonar el país? Yo no desearía esto ni a mi peor enemigo”.
Novak Djokovic, el exnúmero uno del mundo y tricampeón reinante que chocará en el primer partido en la Cancha Central hoy, analizó la situación de esta forma: “Cuesta decir lo que está bien o malo”.
“Como hijo de la guerra, tantas guerras durante los 90, sé lo que se siente estar en su lugar (los ucranianos)”, dijo el serbio de 35 años. “Por otra parte, no estoy de acuerdo en prohibirle a los tenistas rusos, a los bielorrusos, competir indefinidamente. No veo cómo han contribuido a nada de lo que está pasando. No me parece justo”.
Las giras profesionales de hombres y mujeres reaccionaron anunciando que Wimbledon no contará para repartir puntos del ranking. Se trata de una decisión sin precedentes en un deporte que de muchos modos se construye sobre el escalafón.
Algunos tenistas optaron por no presentarse, incluida la canadiense Eugenie Bouchard, finalista de 2014, y la japonesa Naomi Osaka, cuatro veces monarca en majors.
Pero para otros, no había manera de dudar sobre si acudirían al torneo. Después de todo, se trata de Wimbledon, con su superficie única, sus añejas tradiciones, su prestigio y, desde luego, decenas de millones de dólares en premios.
El All England Club terminó anunciando que aportaría un total sin precedente de unos 50 millones de dólares en compensaciones para los jugadores.
Otros nombres importantes se han borrado de la lista de participantes por razones distintas.
Ash Barty, la campeona reinante, se retiró en marzo, apenas a los 25 años. Roger Federer, ocho veces monarca, no se ha recuperado de su cirugía más reciente de rodilla, el suizo no ha participado de hecho en un solo torneo desde Wimbledon en 2021.
El alemán Alexander Zverev, segundo del ranking, se rompió los ligamentos del tobillo derecho en Abierto de Francia y tampoco podrá participar.
Se ha ido algo más, por primera vez en la larga historia de Wimbledon: un día de descanso dominical. Así, lo que había sido un certamen de 13 días, será ahora un evento de dos semanas completas.
Rafael Nadal se preguntó si podría estar en el All England Club. De hecho, dijo que siempre está latente la posibilidad de dejar el tenis.
“Puedo caminar normalmente casi todos los días. Para mí, eso es lo más importante”, dijo Nadal el sábado. “Cuando me despierto no tengo ese dolor que tuve durante un año y medio. Así que eso me pone muy feliz”.