En un rincón del Souq Waqif, el tradicional mercado qatarí, locales y turistas se agolpan alrededor de una joven mujer con casaca de la Selección de Argentina que hace malabarismos con una pelota en sus pies. En un cartel escrito a mano en inglés y otro en árabe, pide “por favor entradas” para la final. En su gorra, los transeúntes le dejan dinero. “El futbol en Argentina es todo, para mí el futbol es todo”, dijo Belén Godoy, una joven freestyler de 24 años, a AP. No muy lejos de allí, Cristian Machinelli caminaba envuelto en una bandera con las imágenes de Diego Maradona besando la Copa del Mundo y otra de Messi. Además, tiene escrito “Chubut”, la provincia en el extremo sur del país sudamericano. “Vendí una camioneta Toyota para esto”, reveló Machinelli, de 34 años. No hay una cifra oficial que de cuenta de la cantidad de hinchas de la albiceleste que viajaron a Qatar.
En Rosario, ansiosos por ver coronarse a Messi
Fernanda Quiroga aún recuerda a Lionel Messi jugar futbol en lo que entonces eran calles de tierra en su barrio de clase trabajadora en Rosario, la tercera ciudad más grande de Argentina. “Por lo que se dice es el último mundial de Leo, aunque a todos nos pese, entonces estamos esperando que lo gane, creo que es más por él que por la selección misma”, aseguró Quiroga, vecina y amiga de Messi en la infancia, pues ella también tiene 35 años y siempre observa una casa pintada con la figura del crack.
Sin líos por la vestimenta
Procedente de Brasil para la Copa del Mundo en Qatar, Daniela Crawford estaba preocupada por los códigos de vestimenta conservadores, pero como muchas mujeres que acudieron al torneo, dijo no haber tenido problemas. “En Brasil, la gente está acostumbrada, pero vinimos y decidimos mostrar cómo somos”, indicó Crawford, con pantalones cortos, mientras se tomaba fotos.
Arman asado en Qatar
Algunos aficionados argentinos en Medio Oriente se han encargado de sentirse como en casa, y de cara al partido por el título siguen cocinando carnes para que nadie extrañe a su país.
Hakimi y su mamá, inmortalizados
El jugador de marruecos es una de las grandes estrellas de su selección, equipo sensación del Mundial Qatar 2022 que llegó hasta semifinales, el futbolista que milita en el PSG protagonizó una de las postales más cautivadoras de la justa al darle un beso a su madre. Cada que terminaba un partido de Marruecos, Hakimi se acercaba a la grada del estadio para festejar con su progenitora, a quien abrazaba. Una de estas imágenes quedó inmortalizada en un mural pintado en las calles de Barcelona.