Jugaron en diferentes épocas. Sin embargo, el legado de Pelé, Diego Armando Maradona y Lionel Messi en el mundo del futbol es único e incomparable, a pesar de que a lo largo de la historia ha habido otros grandes genios y estrellas que han generado el reconocimiento y admiración de los amantes del balompié alrededor del orbe.
Primero fue el turno de Edson Arantes do Nascimento, quien con sus goles y técnica con el balón, además de su efectividad y fiereza frente al marco rival, se erigió como el delantero y goleador por excelencia del Santos y de Brasil, sobresaliendo por encima de otros atacantes de su época como los ingleses Geoff Hurst y Bobby Charlton, el escocés Ke-nny Dalglish, el ecuatoriano Alberto Spencer, el peruano Teófilo Cubillas o el francés Raymond Kopa, entre otros.
En 1977, apenas un año después de que O’Rei dijo adiós a las canchas luego de una exitosa trayectoria, debutó el argentino Diego Armando Maradona, con quien los aficionados y expertos lo comparan hasta la fecha en un eterno debate que parece no tener fin para definir quién de los dos fue mejor.
Si Edson Arantes fue a lo largo de dos décadas el temor de defensas y porteros, el Pelusa no se quedó atrás al convertirse en un auténtico dolor de cabeza para prácticamente los 11 contrarios por su liderazgo, habilidad y magia para dar el pase preciso a los delanteros de Argentina o de los equipos en los que militó, principalmente Boca Juniors y Napoli, cumpliendo a cabalidad con su función como el creador y cerebro de su escuadra.
Pelé hizo gran parte de su carrera con el Santos de Sao Paulo y su única experiencia en el extranjero fue con el New York Cosmos en la NASL, la antecesora de la actual MLS de Estados Unidos. El Pibe de Oro, en cambio, brilló en Italia con el Napoli, un equipo que antes de su llegada solamente tenía en su lista de trofeos dos Copas de Italia y que con el de Villa Fiorito en sus filas conquistó dos ligas, una Copa y una Supercopa de Italia.
Ambos acudieron a cuatro copas del mundo y los dos se coronaron en el Estadio Azteca de la Ciudad de México para deleite de sus respectivos pueblos y los aficionados tricolores. La diferencia es que O’Rei ganó en el Coloso de Santa Úrsula su tercer título del orbe, mientras que el surgido de Argentinos Juniors consiguió su única Copa FIFA en el recinto ubicado en Tlalpan.
Siete años después del retiro del Pelusa, otro argentino llegó para enamorar al mundo por su talento: Lionel Messi. Formado en el Barcelona, el oriundo de Rosario, otro 10 como Maradona, fue uno de los pilares fundamentales para la época dorada de la entidad blaugrana.
A los 19 años jugó su primer mundial con la Albiceleste en Alemania. A pesar de sus numerosas marcas y títulos con el Barça, la gloria a nivel mayor con Argentina se le negó por mucho tiempo, por lo cual los románticos no lo consideraban digno de estar en la terna por mejor futbolista de la historia.
Sin embargo, el año pasado Messi Cuccittini conquistó la Copa América, cetro que se le negó a O’Rei y al Barrilete Cósmico. Y este diciembre de 2022 finalmente levantó la anhelada Copa del Mundo en Qatar, donde jugó su quinta justa mundialista, siendo pieza clave para el éxito de los pamperos en Medio Oriente.
Pelé y Messi (quien todavía sigue activo) se caracterizaron por su profesionalismo dentro y fuera del campo a lo largo de sus trayectorias, a diferencia de Maradona, a quien los vicios le impidieron una mayor regularidad y muy probablemente más éxitos con selección y clubes.
Al debate que por cuatro décadas hubo entre dos se sumó un tercero que todavía puede acrecentar su leyenda y para el que su próximo reto es llevar al PSG a su primer título de Champions League.
