No ve un protocolo al respecto

“Lo del Cata forma parte de un entorno de la narcocultura”

El sociólogo y catedrático de la UNAM Hugo Sánchez Gudiño opina que los clubes deben estar conscientes de este problema sociocultural; ve cuatro indicadores del narco en el futbol

Domínguez, el torneo pasado en un partido de La Máquina.
Domínguez, el torneo pasado en un partido de La Máquina. Foto: Mexsport

Dos días después de que Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín Chapo Guzmán, fue capturado, Julio César Domínguez, futbolista del Cruz Azul, presumió en sus redes sociales algunas imágenes de la fiesta que organizó con motivo de cumpleaños de su hijo.

Sin embargo, no fue una celebración típica de un niño que cumple 12 años, pues que con temática alusiva al narcotráfico. Las imágenes se viralizaron de inmediato y en redes sociales varios periodistas y aficionados reprobaron al Cata por este hecho.

El Cata emitió un comunicado en el que ofreció disculpas y días más tarde reconoció su error mediante un video publicado por el equipo cementero, que en conjunto con la Liga MX, dio a conocer que al zaguero se le aplicarían sanciones de acuerdo al reglamento interno del club, aunado a que se le brindaría un taller de sensibilización en torno a este delicado asunto.

El sociólogo Hugo Luis Sánchez Gudiño considera que lejos de tratarse de un caso aislado, la fiesta del Cata es reflejo de la narcocultura que tiene tiempo permeando en el futbol mexicano, poniendo como ejemplo reciente los hechos violentos ocurridos en marzo pasado en el Estadio Corregidora de Querétaro entre barristas de dicho equipo y el Atlas.

“Lo que ocurrió con el Cata forma parte de un entorno que se ha venido contaminando de la narcocultura. Nosotros un mes antes de los acontecimientos violentos en Querétaro decíamos que había un conjunto de señales anormales en el futbol mexicano y que apuntaban hacia una especie de cartelización de los grupos de animación deportiva”, indicó Sánchez Gudiño en exclusiva con La Razón.

El también catedrático de la UNAM resalta cuatro puntos que demuestran que el entorno del balompié nacional está contaminado por prácticas relacionadas con el narcotráfico, entre ellas el grito homofóbico en los estadios que tantas multas le ha costado a la FMF.

“Un primer indicador era el grito homofóbico, que sigue vigente. El segundo, las famosas narcomantas que algunos grupos de animación de futbol exhibían en contra de jugadores y entrenadores. El tercero, las hieleras en las que ponían cabezas o máscaras simulando cabezas de algunos jugadores, entrenadores o directivos y que además son una práctica común del narcotráfico con las víctimas. Un cuarto indicador era que algunos futbolistas del Guadalajara (saludo de Antonio Briseño a Nemesio Oseguera) mandaban mensajes vía redes sociales a algunos líderes de los cárteles, en este caso era alguno de los personajes del Cártel Jalisco Nueva Generación”, ahondó.

Vivimos en una sociedad mediática, la sociedad red en la cual la cultura de masas se nutre del escándalo, el sensacionalismo, el morbo, la violencia. Parte del alimento espiritual del gran público de distintas clases sociales lo conforma esta cultura de masas en las que las figuras públicas como los futbolistas son los grandes sacerdotes que dictan una ruta a seguir
Hugo Luis Sánchez Gudiño, Sociólogo mexicano

Sánchez Gudiño cree que la FMF y las escuadras de la Liga MX deben estar conscientes de que lo sucedido con Domínguez se dio en el marco de un conflicto sociocultural, por lo que sugiere que se tome como ejemplo lo que Inglaterra hizo en la década de 1990 para acabar con los hooligans.

“La FMF y los equipos deberían tomar muy en cuenta el famoso modelo inglés con el que logró combatir a los hooligans y la violencia. Ese modelo plantea que el problema de la violencia en el futbol es un problema sociocultural, no estrictamente deportivo. Me parece que las medidas que tomó la FMF fueron paliativas y que no tomaron en cuenta esto”, subrayó el sociólogo.

Finalmente, el doctor e investigador por la UNAM piensa que si Cruz Azul hubiera despedido al Cata Domínguez por esta polémica hubiera sido lo correcto siempre y cuando las autoridades de la Liga MX y los equipos tuvieran protocolos establecidos para este tipo de casos.

“Un castigo muy drástico tendría que ir acompañado de un protocolo para que se le aplicara a quien las infrinja. Creo que hubiera sido una medida correcta, pero a lo mejor una sanción exclusiva y muy dura contra el jugador sin un argumento y justificación adecuada tampoco hubiera tenido sentido”, concluyó.

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