La expareja de Dani Alves, Joana Sanz subió un polémico mensaje en el cumpleaños del futbolista en el que explicó que no sabía si publicarlo porque las personas no iban a entender el amor y la empatía que aún existía aunque ya no hubiera una relación sentimental.
Se vio a la modelo saliendo de la cárcel, por lo que la misma Joana decidió abrir una ronda de preguntas y respuestas, en la que confesó estar cansada de recibir comentarios despectivos referentes al delito del que se le acusa al brasileño.
"Estoy cansada y disgustada con este tipo de mensajes o comentarios. ¿Dónde queda la presunción de inocencia? Hasta ahora, el único juicio que ha habido es el juicio paralelo que habéis hecho. No seré yo una más que le condene. Dejemos de intoxicar un caso tan delicado con la opinión pública", escribió Sanz en sus redes.
La también empresaria confesó que no se expone, si no que la prensa ha llegado hasta acosarla, después de la visita al futbolista Joana se mostró muy hermética y prefirió no dar más detalles de lo que sucede adentro.
"Soy perseguida por la calle, me esperan por fuera de mi casa, hablan de mí o de mi vida personal... y lo peor de todo, inventan. Las veces que hablo es para contrarrestar informaciones falsas o ataques que afectan a mi imagen", confesó la modelo.
Dani Alves se mantiene en condiciones deplorables
El futbolista ha creado un sin fin de estrategias para poder pasar su juicio fuera de la cárcel, situación que se complica en Barcelona por ser un extranjero, primero funcionaba el mantenerse casado con la modelo española Joana Sanz, ahora Dani Alves recurre a la madre de sus hijos para argumentar arraigo familiar.
Según el medio En Blau, afirma que el jugador vive un hostigamiento constante por parte de los otros reclusos, por lo que le es prácticamente imposible salir de su celda hacia la áreas comunes.
mn