El gimnasta argentino, Federico Molinari recibió una denuncia por grooming, que es igual al acoso sexual virtual dirigido hacia una persona menor de edad. La acusación data desde el pasado 13 de marzo y fue interpuesta por la madre de una joven que pertenecía a la academia de Molinari; tanto él, como su esposa Paula Cancio, fueron retirados de la Federación Bonaerense de Gimnasia.
El organismo que lleva el caso es la Fiscalía especializada en delitos conexos a la trata de personas y pornografía Infantil; en el informe del caso la madre detalla los hechos que habrían comenzado desde el 2020 y asegura que por tales motivos la joven gimnasta generó un trauma que aún se está llevando con tratamiento psicológico, además de argumentar que cuando la tutora decidió enfrentar a Molinari, la menor fue relegada de competencias a las que había clasificado.
La progenitora mencionó en su declaración que los mensajes de parte del acusado empezaron mediante las cuentas del instituto. Después empezó a interactuar de manera frecuente con las publicaciones de la atleta, involucrarse en sus actividades y a escribir cosas tipo insinuaciones: “cómo agitaste al público, te llevaste todas las miradas, incluso la mía”. Estas conversaciones estuvieron adjuntas en el documento; de igual manera, existen los oficios para revisar estos textos de manera legal mediante la red social.
El contacto físico también habría aumentado, situación que disparó aún más las alertas. Al encarar al entrenador, el implicado “prometió tratamiento especial y cambio de entrenador si los hechos no trascendían, sobre todo en su entorno, con su pareja”.
Gimnasia Olímpica manchada por delitos sexuales
De momento la Federación Bonaerense de Gimnasia destituyó de sus cargos a Federico Molinari y a Paula Cancio. Sin embargo, no es la primera vez que la gimnasia olímpica argentina está envuelta en casos tan delicados.
En el 2018 Alejandro Sagreras, también entrenador en la disciplina, fue denunciado por un exatleta que confesó que había abusado de él y probablemente de tres compañeros más que en la década de 1990, cuando ocurrieron los hechos, aún eran menores de edad.
"(El entrenador) buscaba a chicos con baja autoestima o con falta de una figura paterna", señaló la fuente. En algunos casos esperaba a que los chicos fueran mayores de edad para concretar un acercamiento, pero la seducción empezaba cuando eran adolescentes. Y, en general, "se aseguraba el silencio posterior dándoles trabajos relacionados con la gimnasia”Testigo anónimo en el caso de Sagreras / Clarin
Sagreras negó rotundamente los hechos. A pesar de sus declaraciones, el exentrenador huyó del país y el caso quedó inconcluso.
