LaMelo Ball tenía la posibilidad de forzar su salida de Charlotte para buscar un equipo con mejores perspectivas de avanzar a los playoffs en los próximos años.
En vez de ello, el armador elegido al Juego de Estrellas de 2022 decidió continuar con los decaídos Hornets, al firmar un convenio por otros cinco años este mes. Devengará así 260 millones de dólares.
Con su decisión, Ball se convirtió en el primer jugador de los Hornets en firmar una extensión máxima de contrato para un novato. Y los Hornets cuentan con una piedra angular para seguirse reconstruyendo.
Ball optó por permanecer en Charlotte porque está cómodo viviendo aquí y cree en lo que tratan de crear los Hornets.
“Siento que, en el lugar en que estamos, todos crecemos juntos”, afirmó Ball el miércoles, en su primera conferencia de prensa desde que firmó el contrato. “Pienso que esta posición es estupenda y que todos vamos ahora en la misma dirección”.
El jugador negó que haya sido difícil la decisión de quedarse.
“Todos mis años acá han sido buenos”, aseveró. “La vida no es mala. En el aspecto del basquetbol, si ése no va realmente bien, uno simplemente quiere vivir la vida y divertirse. Uno quiere vivir bien, y en Charlotte lo hago. Esta decisión parece muy buena”.
El gerente general, Mitch Kupchak, dijo que conservar a un jugador como Ball es un gran paso para los Hornets. Considera que Charlotte está a punto de cortar una racha de siete campañas consecutivas sin avanzar a los playoffs, la más prolongada que sigue vigente en la liga.
“No hemos tenido un gran éxito como equipo, pero eso es algo que cambiará”, indicó Kupchak. “Tener a un jugador como él de vuelta con nosotros es emocionante”.
Kupchak dijo que la meta del equipo ha sido construirse mediante el Draft.
Salvo por recontratar a Ball y a Miles Bridges, los Hornets no han estado muy activos en el mercado de agentes libres. Ése era el plan, dado que Kupchak quiere dar a los jugadores más jóvenes la oportunidad de desarrollarse.