En una entrevista exclusiva con 'The Atlantic', la icónica futbolista estadounidense Megan Rapinoe expresó su indignación y preocupación al ser cuestionada por el beso que le dio el presidente de la Real Federación Española de Futbol, Luis Rubiales, a la seleccionada española Jennifer Hermoso.
Rapinoe, conocida por su activismo en pro de la igualdad de género en el deporte, no escatimó palabras al calificar el acto como un claro reflejo de la misoginia y el sexismo que aún persisten en el ámbito deportivo.
"Lo ocurrido me hizo pensar en todo lo que tenemos que aguantar. Piensen en el peso que tuvo que cargar la selección española. Algunas jugadoras que se plantaron el año pasado (al protestar por el trato recibido por el entrenador y la RFEF) siguen sin estar con el equipo. A lo mejor es algo que las galvanizó, pero no deberías sentir eso", dijo la seleccionada estadounidense.
El gesto, que tuvo lugar durante la ceremonia de premiación del Mundial Femenil, ha generado un intenso debate sobre los límites y las normas de conducta en el futbol y en el deporte en general. Para Rapinoe, este incidente va más allá de una simple muestra de afecto y respeto, y señala una mentalidad arraigada que subestima y objetiva a las mujeres en el mundo del balompié.
"Y hubo otra imagen que muestra el profundo nivel de misoginia y sexismo en esa Federación y en ese hombre (Rubiales) tras el pitido final, simplemente agarrándose la entre pierna. ¿En qué mundo al revés vivimos? En el escenario más grande, en el que deberías estar celebrando, Jenni tuvo que ser físicamente acosada por esa persona", expresó la jugadora del OL Reign.
Megan Rapinoe enfatiza el papel de las futbolistas
Las declaraciones de Rapinoe se suman a un creciente coro de voces que exigen un cambio real en la forma en que se percibe y se trata a las mujeres en el mundo deportivo.
La futbolista también aprovechó para destacar la importancia de los líderes deportivos en la lucha contra el sexismo y la promoción de una cultura más inclusiva y respetuosa, sobre todo el doble trabajo de las jugadoras.
"Me di cuenta durante mucho tiempo de que jugamos dos partidos a la vez. Uno, contra nosotras mismas. Y luego otro, todas jugando para ganar la igualdad y el progreso que merecemos", compartió Pinoe.
En última instancia, la contundente respuesta de Megan Rapinoe resalta la urgencia de continuar luchando por la igualdad de género en el deporte y de cuestionar actitudes que perpetúan estereotipos y prejuicios.
"Queremos que esos equipos tengan igualdad de pago, y que cuenten con los recursos que merecen, y que no sufran misoginia, racismo y sexismo", concluyó la futbolista.
mmt