La peleadora tapatía Alexa Grasso y la kirguís Valentina Shevchenko tuvieron su revancha en UFC Fight Night 277, combate que se decantó en favor de la mexicana por la vía el empate dividido y defendió con éxito su título de peso mosca de UFC.
Alexa y Valentina se midieron por primera vez en mayo pasado, en UFC 285, combate en el que la originaria de Guadalajara sorprendió al mundo y sometió con un mataleón a la entonces monarca, una de las peleadoras más dominantes de la historia.
Para la revancha, la compañía de artes marciales más importante del mundo reservó una fecha muy especial, pues el fin de semana del 15 de septiembre en un escenario para que los grandes boxeadores mexicano (Julio César Chávez, Erik Morales, Marco Barrera, Juan Manuel Márquez, Canelo Álvarez, etc) tengan combates estelares.
La fecha ahora fue tomada para que Alexa Grasso y Valentina Shevchenko choquen en la reyerta estelar en la T-Mobile Arena, pelea que desde la previa se calentó con las declaraciones de ambas peleadoras.
La tapatía comentó que intentaría mantener la pelea, pues es bien sabido que su boxeo es depurado, aunque en la lucha en suelo tampoco escatima. Desde el comienzo del primer round Grasso trabajó el jab e intercambió distancias para mitigar a su rival.
Por su parte, Valentina Shevchenko lució fuerte como de costumbre, intentando controlar el striking, soltando combinaciones de golpes con gran potencia y precisión.
Alexa Grasso llegó a la pelea como la única peleadora en peso mosca capaz de derrotar a Shevchenko.
México, con más participación en UFC Fight Night 277
México tuvo más participación en UFC Fight Night 277, pues en las peleas preliminares Edgar "Pitbull" Chairez tuvo una agridulce participación, ya que se vio bien e incluso dominó su combate ante Daniel Lacerda.
El peleador de Baja California puso en práctica su pelea en el suelo y su lucha, ya que tomó del cuello a Lacerda, una Power Guillotina que parecía estar bien encajada, tanto que el árbitro de la reyerta se acercó al brasileño para ver si se encontraba consciente.
Daniel Lacerda no tapeó (se rindió) en ningún momento, pero el juez le levantó brazo y como no mostró reacción detuvo la pelea, lo que significaría victoria por detención para el mexicano y su primera conquista en la UFC.
Sin embargo, Lacerda reclamó airadamente porque él no se había rendido y tras una revisión técnica la pelea quedó sin resultado, siendo una amarga noche para Edgar Chairez, quien se perfila como una gran oposición en el peso mosca.
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