El diario The Athletic ha informado sobre las crecientes tensiones entre los dueños del SoFi Stadium de Los Ángeles y la FIFA, lo que podría poner en peligro la participación de la ciudad en la Copa Mundial de la FIFA 2026.
El SoFi Stadium, ubicado en Inglewood, California, es uno de los recintos deportivos más modernos y espectaculares del mundo y estaba previsto como una de las sedes clave para el Mundial conjunto.
Sin embargo, la empresa propietaria del estadio, Koenke Sports Entertainment (KSE), ha expresado su preocupación por los términos contractuales y la distribución de las ganancias del torneo entre el organismo, los recintos y las ciudades sede.
En particular, KSE está buscando una mayor claridad sobre los pagos iniciales que deberán realizar para albergar la Copa del Mundo, así como la forma en que se distribuirán los ingresos, incluyendo patrocinios, ventas de entradas y ganancias durante los partidos.
Los propietarios del SoFi Stadium, que alberga a los equipos de la NFL Los Angeles Rams y Los Angeles Chargers, dudan en aceptar el acuerdo actual que permitiría que la FIFA tome prestado y administre el estadio durante la celebración del Mundial 2026.
Con solo tres años para el inicio del torneo, el organismo rector del futbol se enfrenta a varios desafíos, y la posible exclusión del SoFi Stadium de Los Angeles sería un duro golpe para la organización del evento.
Estadio Azteca también peligra ante la FIFA
En la próxima edición del Mundial de la FIFA en 2026 que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá, la Asociación Mexicana de Titulares de Palcos y Plateas del Estadio Azteca ha iniciado una enérgica batalla en defensa de sus derechos, en medio de las preocupaciones sobre la supuesta intención de la FIFA de poner a la venta estas codiciadas zonas del icónico recinto deportivo.
Manuel Negrete, presidente de dicha asociación y exfutbolista de renombre, ha expresado su inquietud ante la posibilidad de que la FIFA intente vender sus propiedades, lo cual podría constituir una seria violación de los acuerdos contractuales y la tradición que se mantuvo en el Mundial de 1986, donde los titulares de estos lugares conservaron sus derechos.
Roberto Ruano quien también lideró un movimiento similar durante el Mundial de 1986 celebrado en México, está comprometido a garantizar que los titulares de estas codiciadas localidades no pierdan sus derechos, recordando los requisitos de la FIFA en ese entonces.
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