Lionel Messi, visiblemente molesto, llamó a sus compañeros de la Selección Argentina de regreso al vestuario en el Estadio Maracaná retrasando el inicio del partido ante Brasil en las Eliminatorias Conmebol rumbo al Mundial 2026 debido a incidentes en la tribuna.
Después de más de 20 minutos el compromiso por fin empezó, no sin antes ver a personas heridas abandonar el estadio.
Los jugadores de ambas selecciones estaban en el terreno de juego, listos para el inicio del partido en las eliminatorias sudamericanas, pero en las gradas del Maracaná la policía brasileña atacó brutalmente a fanáticos argentinos.
La violencia en las gradas del estadio provocó que los jugadores argentinos, encabezados por Messi, se acercaran a la tribuna para evitar que los agentes brasileños siguieran golpeando a los hinchas albicelestes.
El recientemente ganador del Balón de Oro, con la banda de capitán en su brazo, emprendió camino de regreso a los vestuarios del Maracaná y con un gesto llamó a que el resto de sus compañeros lo siguieran.
Todos los elementos de la Selección Argentina se fueron el terreno de juego, no así los futbolistas brasileños que se quedaron en el campo y unos se pusieron a dominar el balón, como si no hubiera pasado nada.
De nueva cuenta la brutalidad de la policía brasileña mancha el futbol, pues no es la primera vez que la seguridad carioca tiene este tipo de acciones con aficiones argentina. Hay antecedentes en la Copa Sudamericana y la Copa Libertadores.
Hace unas semanas, en la previa de la final de la Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors, la policía de Río de Janeiro disparó y agredió a los fanáticos bosteros que se encontraban en las playas de Copacabana.
Pero no fue lo único, ya que a poco menos de tres horas para el comienzo de la final de la Copa Libertadores 2023 la policía de Río de Janeiro lanzó gases lacrimógenos a los aficionados argentinos que querían entrar al Estadio Maracaná.
En el centro del campo Claudio Fabián "Chiqui" Tapia, presidente de la Asociación del Futbol Argentino, hablaba con los árbitros instantes antes que el equipo albiceleste saltara de nuevo al terreno de juego en medio de abucheos de la afición brasileña.
Cuando regresaron al campo Lionel Messi y Rodrigo de Paul se hicieron de palabras con Rodrygo, jugador del Real Madrid. Con los ánimos un poco más relajados los 22 jugadores titulares empezaron a calentar para esperar el silbatazo inicial.
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