El boxeador mexicano Jaime Munguía mantuvo el invicto tras vencer por TKO al púgil británico John Ryder en combate dentro de las 168 libras e incrementó su récord perfecto a 43 victorias con 34 nocauts, además que se quedó con el campeonato CMB Plata supermedio.
Con una actuación demoledora y un nocaut devastador en el noveno round, Munguía hizo lo que el Canelo Álvarez no pudo al detener antes del límite al Gorilla Ryder, con lo que se pone un paso más cerca de una pelea por título del mundo en las 168 libras.
El segundo round fue un infiero para el peleador europeo, quien probó el poder de puños del tricolor. Munguía mandó a la lona a Ryder con un poderoso derechazo. Rápidamente el inglés se puso de pie, pero al asalto le quedaba más de minuto y medio de acción.
Munguía, quien cambió de entrenador para esta pelea, olió sangre y fue a la caza de John Ryder, quien el año pasado le aguantó 12 rounds al Canelo Álvarez en Guadalajara. El nacido en Londres sobrevivió al asedio del mexicano.
Para Jaime Munguía, de 27 años de edad, era la oportunidad perfecta para demostrar que está listo para los grandes escenarios y rivales dentro de la categoría de los supermidianos, que está dominada por Saúl Álvarez, rey de los cuatro organismos regulares.
De aquella pelea en la que Ryder se fue a decisión en México, se criticó que Canelo no pudiera noquear el británico y se esperaba que Munguía lo pudiera conseguir. En el cuarto asaltó el boxeador tricolor volvió a tumbar al londinense.
El de Tijuana, Baja California, subió al ensogado bajo la tutela del legendario entrenador Freddie Roach, quien estuvo al mando de varios campeones mundiales destacados, siendo Manny Pacquiao el más prodigioso de todos.
La reyerta fue toda de un lado, el del mexicano. Jaime Munguía presionó mucho a Ryder y le propinó un gran castigo, que quedó demostrado en su rostro. La mano derecha fue la clave para el tijuanense, ya fuera en forma de recto o volado.
The Gorilla, como le apodan a Ryder, es conocido por su durabilidad, la cual fue puesta a prueba por el de la Zona Norte, quien después de haber llevado a su rival a la lona dos veces antes de la mitas del combate quería regalarle un nocaut a los aficionados.
En el octavo episodio del pleito el boxeador mexicano apretó el acelerador y fue en busca del KO. Conectó derechas maliciosas en el rostro del británico, que se resistía a perder por la vía del cloroformo. La pelea tan solo duró un round más.
aar
