Luego de más de año y medio de suspensión las corridos de toros regresaron a la Plaza México este domingo, pero los asistentes al recinto fueron agredidos por grupos de manifestantes que, entre otras cosas, gritaron: "asesinos, asesinos".
Mantas, anuncios y altavoces fue lo que las personas que se reunieron para protestar por el regreso de las actividades taurinas utilizaron para mandar su mensaje. Un sector de los antitaurinos insultó y aventó unas cosas a los asistentes, que tuvieron que ser llevados por elementos policiales al interior del recinto.
Una de las pancartas tenía la leyenda: "El matar toros no es ni cultura ni tradición". Los antitaurinos piden terminar con las corridas, mientras que los defensores de las corridas celebraban que la Plaza México, la mayor del mundo, abriera de nuevo sus puertas.
Los manifestantes se reunieron en el Ángel de la Independencia, en donde marcharon hasta el recinto ubicado en la Ciudad de los Deportes, una vez en el inmueble los protestantes intentaron un portazo y acceder por la fuerza al interior de la Monumental Plaza de Toros México.
Mientras un grupo de personas quería abrir las puertas, otro se dedicó a realizar pintas en la fachada de la plaza, mientras adentro se realizaba la primera corrida de 2024.
En mayo del 2022 un juzgado local ordenó el cese de las actividades taurinas en la Plaza México tras un amparo que presentó la organización civil local “Justicia justa”, que defiende los derechos humanos. La medida cautelar estuvo vigente hasta diciembre pasado cuando la Suprema Corte de Justicia revocó la suspensión mientras se discute sobre el fondo del caso y se decide si las corridas afectan el bienestar animal.
Alterno a la batalla legal, algunas organizaciones locales convocaron para el domingo a una marcha en el centro de la Ciudad de México y protestas en los alrededores de la Plaza México en rechazo a la reanudación de las corridas.
En los últimos años los grupos defensores de los animales han ido ganando terrero en México mientras los seguidores de las corridas han sufrido varios reveses. Aunque en buena parte del país se permiten los espectáculos taurinos, en algunos estados como Sinaloa, Guerrero, Coahuila, Quintana Roo y la ciudad occidental de Guadalajara están limitados por medidas judiciales.
Los ganaderos, empresarios y seguidores de la “fiesta brava” sostienen que la prohibición de las corridas afecta sus derechos y pone en riesgo los empleados de varios miles de trabajadores que viven de una industria que genera en México unos 400 millones de dólares al año. De acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Criadores del Toro de Lidia en México, la actividad taurina genera 80.000 puestos de trabajo directos y otros 146.000 empleos indirectos.
Para hacer frente al avance de los animalistas, la Asociación Mexicana de Tauromaquia ha impulsado en los últimos años diferentes eventos y talleres para promover las corridas y acercarse a los jóvenes y crear nuevos aficionados al espectáculo taurino que tiene casi cinco siglos de historia.
aar