La estrella del pop Taylor Swift, considerada una mecenas porque todo lo que toca lo convierte en ganancias, robó los reflectores ayer durante el Super Bowl, donde cada minuto de lo que vivía desde el palco los fotógrafos lo registraron, desde sus reacciones de emoción con su madre Andrea, la actriz Blacke Lively y la rapera Ice Spice, hasta sus charlas y al momento de tomar toda su bebida para calmar sus nervios.
Cuando los Kansas City Chiefs, el equipo de su novio Travis Kelce ganó el partido, no dudo en bajar al campo para celebrar con él y demostrarle todo su amor, al abrazarlo y darle un tierno beso en la boca.