Los Denver Broncos le dijeron a Russell Wilson que lo van a dejar en libertad la próxima semana, 18 meses después de firmar al quarterback ganador del Super Bowl de la NFL con una extensión de contrato de cinco años y 242 millones de dólares.
Los Broncos todavía le deben 39 millones de dólares a Wilson por su salario de 2024, menos lo que sea que firme con otro equipo, que posiblemente sea el salario mínimo para un veterano de 1,21 millones.
Un potencial destino para Wilson es Pittsburgh. Los Steelers tienen en su calendario una visita a Denver la próxima temporada. Los Broncos también van a absorber un golpe récord de 89 millones de dólares en dinero muerto en las próximas dos temporadas.
Wilson tuvo un rebote la temporada pasada bajo el mando del nuevo entrenador Sean Payton, lanzando para 26 touchdowns con ocho intercepciones en 15 partidos.
Pero no fue suficiente y Payton lo mandó a la banca en lugar de Jarrett Stidham en los últimos dos partidos. Stidham terminó con récord de 1-1 y los Broncos cerraron el calendario 8-9, su séptima temporada con marca negativa consecutiva y octava en fila sin llegar a los playoffs.
Payton insinuó sobre la inminente separación en el NFL scouting combine la semana pasada, cuando habló de la serie de quarterbacks mediocres en Denver y sugirió que su trabajo era asegurarse que “el próximo” fuera el QB adecuado para llevar de nuevo a los Broncos a ser contendientes.
Wilson, quien guardó silencio en redes sociales a petición de Payton el año pasado, comenzó a publicar nuevamente videos de sus entrenamientos y el fin de semana borró todas las referencias de los Broncos en su perfil de X (anteriormente conocido como Twitter).
Wilson fue adquirido en 2022 proveniente de los Seattle Seahawks, donde ganó un título de Super Bowl después de la temporada 2013, por un bonche de selecciones de draft (dos primeras rondas y dos segundas) y jugadores (Drew Lock, Noah Fant y Shelby Harris).
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