En el mundo del futbol mundial, pocos partidos pueden igualar la intensidad y la pasión que rodea el duelo entre el Real Madrid y el Barcelona. Lo que comenzó como simples encuentros deportivos ha evolucionado para convertirse en un fenómeno universal.
Los orígenes de esta rivalidad se remontan a una época en la que el balompié español apenas daba sus primeros pasos. En los primeros años, el gran rival del Barcelona era lo que hoy es el Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona y el Real Madrid forjaba su rivalidad contra el Athletic Club de Madrid.
El primer enfrentamiento entre el Real Madrid y el Barcelona tuvo lugar en 1902, en una semifinal de la Copa de la Coronación. A lo largo de los años, ambos equipos se encontraron en diversas competiciones, desde partidos de Copa hasta encuentros amistosos, pero fue en 1916 cuando surgió el conflicto que daría vida al Clásico Español.
El escenario de este enfrentamiento fue el hipódromo de los Altos de la Castellana, ubicado en lo que hoy conocemos como Nuevos Ministerios, cerca de la actual sede del Santiago Bernabéu. En aquel entonces, el Barcelona derrotó al Madrid FC (que aún no había adoptado el título de Real) en un partido que sentaría las bases de una rivalidad histórica.
A lo largo de las décadas siguientes, la rivalidad entre ambos conjuntos se intensificó, especialmente con la creación de la liga en 1929. La Guerra Civil española entre 1936 y 1939 añadió un nuevo matiz político a estos encuentros; el Real Madrid fue utilizado como plataforma política por el régimen de Franco, mientras que el Barcelona representaba la resistencia catalana.
Hasta la década de 1950, los culés dominaron la rivalidad, cosechando varios títulos y victorias sobre los merengues. Sin embargo, con el tiempo, la balanza se equilibró, con 100 victorias a favor del club catalán, 52 empates y 104 partidos ganados para los Blancos.
Di Stefano causó mayor cotroversia entre Barça y RM
La rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona se oscureció con la llegada del jugador argentino Alfredo Di Stefano. Su fichaje se convirtió en el potragonista de una disputa que cambiaría el curso de la historia del futbol español.
Ambos equipos estaban interesados por el delantero y querían tenerlo en sus filas; sin embargo, una confusión en el proceso de contratación llevó a que tanto el Real Madrid como el Barcelona reclamaran la propiedad del registro del jugador ante la FIFA.
La resolución del organismo rector, fue que ambos equipos serían considerados co-propietarios de Di Stefano, teniendo que compartirlo en temporadas alternativas. Esta decisión no fue aceptada por el presidente del Barça, renunciando al jugador.
El contrato con Di Stefano fue cancelado, y el camino quedó abierto para que el Real Madrid lo recibiera en sus filas. La llegada del argentino al club blanco marcó el comienzo de una era de dominio para el la Casa Blanca, y una década de frustración para los catalanes.
Con Di Stefano en sus filas, el equipo madrileño conquistó cinco torneos consecutivos de la Copa de Europa, incluyendo cuatro de los cinco títulos entre 1953 y 1958. Además, el equipo merengue alcanzó el primer puesto en La Liga, consolidando su supremacía en el futbol español.
mmt