La bandera olímpica es uno de los emblemas más reconocidos y representativos del Movimiento Olímpico, fue creada por el Barón Pierre de Coubertin en 1913 y su diseño fue aprobado en el Congreso Olímpico celebrado en París en 1914.
Debido a la suspensión de los Juegos Olímpicos de la VI Olimpiada en 1916 a causa de la Primera Guerra Mundial, la bandera no hizo su primera aparición hasta los Juegos de la VII Olimpiada en Amberes, Bélgica, en 1920.
La idea de Coubertin era simbolizar la unión de las naciones de los diferentes continentes a través de la bandera. El resultado fue una composición de cinco anillos entrelazados en diferentes colores (azul, amarillo, negro, verde y rojo) sobre un campo blanco.
La bandera original fue confeccionada en la tienda parisina Bon Marché, y estuvo presente en cada uno de los Juegos Olímpicos hasta 1984, cuando fue reemplazada por una nueva versión en los Juegos de Seúl en 1988.
El uso de la bandera está estrictamente regulado por el Comité Olímpico Internacional (COI), al igual que los anillos que la adornan. Según el COI, los anillos entrelazados representan la unión y el entendimiento entre las regiones del mundo, simbolizando el Movimiento Olímpico que busca construir un mundo más pacífico a través del deporte, manteniendo los valores del olimpismo: respeto, excelencia y amistad.
Durante los Juegos Olímpicos, la bandera se iza en la ceremonia de apertura y permanece en el centro del estadio hasta la clausura del evento. Este acto celebra la apertura de los Juegos y encarna la unidad y la paz mundial, valores fundamentales que, a través del deporte y la competencia, el mundo puede unirse.
mmt