La actriz mexicana Salma Hayek se unió al grupo de celebridades que tuvieron el honor de portar la antorcha Olímpica durante su recorrido por Francia. La oriunda de Veracruz fue una de las afortunadas en participar en los últimos relevos, portándola por los pasillos del Palacio de Versalles.
Este momento fue un reconocimiento a su carrera artística, así como su contribución en diversos ámbitos y sobre todo, su pasado en el deporte de alto rendimiento. Según la propia página de los Juegos Olímpicos, portar la Antorcha Olímpica es un honor reservado para aquellos con una conexión directa con el deporte a pesar de ya no practicarlo.
“Los portadores de la antorcha representarán la diversidad excepcional de nuestra sociedad: mujeres y hombres, personalidades públicas nacionales y locales. Además, el grupo seleccionado incluye líderes que innovan, crean y encarnan la excelencia francesa”, refiere el organismo olímpico.
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La estrella de Hollywood compartió este acto ceremonial con otras personalidades, incluyendo al futbolista francés Presnel Kimpembe y al artista de movimiento y director creativo Mathieu Forget, conocido mundialmente por su trabajo especializado en el arte del movimiento y la levitación.
Salma Hayek y su historia dentro del deporte
Salma Hayek desfiló por la ciudad francesa luciendo el uniforme oficial para esta edición del evento deportivo. Este uniforme, que consiste en una camiseta de manga larga, pantalones rectos y tenis, resaltó la elegancia y el pasado deportivo de la actriz mexicana.
La protagonista de 'Eternals' compartió varias imágenes del momento. En una de ellas, se la observa realizando una vuelta de carro, mostrando sus habilidades en la gimnasia, una disciplina oculta en la historia de la veracruzana.
Lo que muchos desconocen es que Salma Hayek pudo haber sido una atleta olímpica. En una entrevista de 2017 para el programa "Live Kelly & Ryan", la actriz reveló que en su niñez, la gimnasta Nadia Comaneci la había inspirado a dedicarse a este deporte.
Tras entrenar durante dos meses en Ciudad de México, Salma fue convocada por el equipo femenil de aquel entonces para formar parte del proceso olímpico. Sin embargo, su sueño se vio truncado cuando su padre se negó a que la ahora actriz se dedicara casi en su totalidad a esta especialidad en un internado.
Mi sueño olímpico murió ese día. Cuando era muy pequeña, mi padre se opuso a que fuera a un internado en otra ciudad, donde debía entrenar seis horas al día
A pesar de que su carrera en el deporte no pudo avanzar, Salma Hayek encontró una forma de conectar con el espíritu olímpico a través de su trayectoria en el cine y su reciente participación en el relevo de la Antorcha Olímpica.
mmt