En una noche mágica y llena de emociones, la legendaria cantante Céline Dion cerró la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos con una actuación que conmovió a todos los presentes y a millones de espectadores alrededor del mundo. Su poderosa voz y su presencia en el escenario lograron encapsular el espíritu olímpico de unidad y esperanza.
El Río Sena, decorado con luces brillantes y efectos visuales impresionantes, se llenó de un silencio mientras se escuchaba la gloriosa presentación de la cantante canadiense. Vestida con un elegante vestido blanco, la artista apareció en el centro del escenario, irradiando gracia y serenidad.
La icónica Céline Dion subió al escenario ubicado en la majestuosa Torre Eiffel para interpretar "Hymne à l'amour" y dar un cierre espectacular a la ceremonia, sobre todo, tras haber sido diagnosticada con síndrome de la persona rígida (SPR), una condición que le ha dificultado cantar como solía hacerlo.
A pesar de las dificultades a las que se ha enfrentado debido a esta enfermedad, mostró una vez más su inquebrantable espíritu y su talento inigualable. Durante la inauguración, también interpretó "Imagine" de John Lennon, una canción que ha sido símbolo de paz y esperanza a lo largo de los años.
La Reina de las Baladas podrá presumir de haber actuado por segunda ocasión en la apertura de unos Juegos Olímpicos. Su primera intervención fue en Atlanta 1996.
mmt