La judoca mexicana Prisca Guadalupe Awiti dejó su nombre plasmado en la historia del deporte olímpico al ganar una histórica medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024, en la final de judo en la categoría de 63 kilos.
La medallista superó todos los obstáculos para clasificar a la final y llevarse una histórica presea, un logro que la consagra como una de las grandes figuras del deporte mexicano.
Esta victoria refleja sólo un parte del sacrificio y disciplina de una larga trayectoria de una atleta cuya pasión por el judo se despertó a los 8 años, dejando atrás la gimnasia gracias a la influencia de su hermano mayor, Philip Awiti, un judoca de alto rendimiento.
Prisca es una deportista nacida en Londres, hija de madre mexicana y padre keniano, pero encontró un sentido de pertenencia en México, país al que ha representado desde hace siete años. Su primera experiencia olímpica fue en los Juegos de Tokio 2021, donde su participación terminó en la primera ronda, dejándola en la posición 17 del ranking.
Tras ese resultado, el futuro de Prisca parecía incierto, ya que el objetivo por el que había trabajado durante tantos años se vio opacado; sin embargo, la judoca se levantó de esa experiencia y en 2023 consiguió una medalla de bronce en los Juegos Panamericanos en Santiago de Chile, ese mismo año se llevó otro bronce en campeonato mundial y se coronó con la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
El triunfo en París 2024 sentencia un largo viaje lleno de sacrificios y perseverancia, un logro celebra su talento y dedicación, además de que inspira a futuras generaciones de judocas mexicanos a luchar por sobresalir en esta disciplina.
Judocas mexicanos celebran el triunfo de Prisca Awiti
mmt