En los Juegos Olímpicos de París 2024 convergen personas de todos los rincones del mundo y la oportunidad de conocer nuevas culturas está a la orden del día. Así que como parte de una dinámica para dar a conocer y compartir la cultura mexicana, aficionados extranjeros probaron los dulces mexicanos.
La idea detrás de esta iniciativa de TUDN era mostrar la rica diversidad a través de golosinas, que van desde lo dulce y frutal hasta lo picante. En el extranjero, existe la creencia de que lo mexicano es excesivamente picoso, pero en realidad, muchos de ellos presentan sabores más suaves y afrutados.
A pesar de esta apertura a probar nuevas experiencias, inicialmente, los participantes se mostraron escépticos. Las reacciones fueron variadas, pero en general, la primera impresión fue de sorpresa y curiosidad. Muchos comenzaron disfrutando del sabor inicial, pero luego fueron sorprendidos por el toque ácido y picante que se intensifica conforme pasa por la lengua.
Los participantes eran de diversas nacionalidades, incluyendo italianos, chinos, armenios y neerlandeses, se aventuraron a probar estas golosinas, dispuestos a descubrir qué tan picante podían ser. La mezcla de sabores terminó sorprendiendo a quienes parece que vivieron toda una experiencia aunque no estén dispuestos a repetirla.
Los dulces que se pudieron a prueba fueron El Dragoncito, con su combinación ácida y chile en polvo, el Pulparindo, conocido por su equilibrio frutal y un toque picante, también los Skwinkles y el Pelón Pelo Rico, aunque un poco menos intensos, también contribuyeron a este experimento.
Así, en medio de la celebración olímpica, los dulces mexicanos volvieron a ponerle sabor a las competencias deportivas y abrieron una ventana a la riqueza cultural del país. Las reacciones dejaron claro que el mundo es un lugar de sabores variados, pero los mexicanos llevan las increíbles combinaciones.
mmm