El mazatleco Marco Verde sigue demostrando por qué es considerado una de las promesas mexicanas del boxeo internacional.
Al parecer París 2024 le está quedando chico al pugilista de 71 kilogramos y ayer dio otra muestra de ello después de derrotar al británico Lewis Richardson.
En una pelea a tres episodios y después de algunos altibajos, logró vencer al británico que a lo largo del combate se veía echado para delante.
El combate por el metal dorado se disputará el viernes 9 de agosto a las 13:30 horas del centro de México y el originario de Mazatlán, Sinaloa, si quiere la presea áurea necesita vencer al uzbeko Asadkhuja Muydinkhujaev.
“Ya estamos en la final y llegando a mi esquina después del tercero (round) les dije ‘no nos la pueden robar; es nuestra’. Estoy muy tranquilo y con la ansiedad de que ya sea esa final”, dijo el pugilista al término de su batalla.
Las semifinales de esta disciplina se disputan en el Estadio Roland Garros, una sede emblemática para el tenis y que si el mexicano logra llevarse el oro será recordado por todos sus fanáticos.
“Vamos a relajarnos, vamos a descansar, a dormir y todavía tenemos dos días para dar el peso y estar al cien. Mi papá sabe el hijo que tiene, la esquina que me prepara y por eso está tan confiado”, remarcó el boxeador.
Desde Ricardo Delgado y Antonio Roldán en México 1968, el país no tiene un medallista de oro en boxeo y Marco Verde está muy cerca de romper esa racha en un país tan afecto a este deporte y del que han surgido una gran cantidad de peleadores a lo largo de los años.
“Estoy cómodo con el peso, ya solamente dos días y listo, pero me estoy cuidando muy bien. No nos podemos distraer, era cuestión de conectar unos golpes y moverme, mi esquina en el segundo round supe tranquilizarme”, añadió el mazatleco al término de la pelea de las semifinales.
El boxeo le ha dado a México 14 medallas a lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos de Verano.