Las brasileñas se adjudicaron la medalla de oro en el voleibol de playa, al llevarse una tensa final ante las canadienses, con quienes protagonizaron un altercado en la red, lo cual requirió de la intervención del árbitro y del DJ del Estadio de la Torre Eiffel.
Ana Patrícia y Duda se recuperaron de un déficit de 11-5 para llevarse el primer set por 26-24. Canadá ganó el segundo por 21-12.
Brasil abrió una ventaja de 12-7 en el desempate del primero a 15, después de un duelo en la red, Brandie Wilkerson comenzó a gritar y señalar a Duda.
El segundo árbitro, el que estaba sobre la arena se movió para separar a las dos jugadoras, pero Wilkerson continuó discutiendo; fue amonestada con tarjeta amarilla.
Cuando las jugadoras brasileñas se colocaron en posición de servir para el siguiente punto, el DJ comenzó a tocar “Imagine”, de John Lennon cuya letra llamaba a la unidad y la paz.
Las jugadoras se rieron y las canadienses también aplaudieron en señal de aprobación. La multitud ovacionó y luego comenzó a cantar.
Y cuando se reanudó el encuentro, Brasil necesitó solamente cinco puntos más para acabar con Wilkerson y Melissa Humana-Paredes, dando inicio a una fiesta en la playa.
Brasil, el hogar espiritual del deporte no había tenido un festejo semejante desde que organizó los Juegos de 2016, cuando el voleibol de playa se jugó en Copacabana. En Tokio, el país se fue con las manos vacías durante los Juegos por primera vez desde que el voleibol de playa se agregó al programa en Atlanta 1996.
Tres años después, Brasil no solamente regresó al podio, sino que subió a su escalón más alto.
Con las luces estroboscópicas de la Torre Eiffel encendidas en el fondo, las brasileñas recibieron su primer oro femenino desde Atlanta. (Estados Unidos, que había ganado cuatro de los últimos cinco, fue eliminado tanto en el torneo masculino y femenino en París).
Después de la ceremonia de entrega de medallas, las canadienses y brasileñas — junto con las suizas ganadoras del bronce — posaron unidas para selfies. Wilkerson y Duda hablaron y se abrazaron; puede que haya habido un beso al aire.
Wilkerson y Humana-Paredes regresarán a Canadá con la primera medalla de voleibol de playa, desde que los hombres ganaron el bronce en la justa de Atlanta 1996. Aquel equipo era dirigido por el padre de Humana-Paredes.
