En una temporada donde los 49ers de San Francisco llevan un récord de 3-2, la verdadera estrella no lleva casco ni hombreras, sino un adorable collar y un jersey hecho a su medida. Zoe, una bulldog francesa, que cuida los corazones de jugadores, entrenadores y el personal del equipo.
Esta perrita se convirtió en parte fundamental del equipo desde que fue adoptada en octubre de 2018, pues se convirtió en el primer animal de apoyo emocional oficialmente designado de la NFL, una medida que marcó un antes y un después en el bienestar emocional de los jugadores.
Según un portavoz de los 49ers, Zoe es parte de la recuperación mental del equipo, pues mejora el ánimo en los entrenamientos y ayuda en las largas jornadas de preparación, aliviando el estrés acumulado por las exigencias de la competición.
Zoe pasa la mayor parte de su tiempo en las instalaciones de entrenamiento del equipo cerca del Levi's Stadium en Santa Clara, California. Aunque no viaja con el equipo a los partidos fuera de casa, siempre está ansiosa por recibirlos a su regreso.
El liniero defensivo Solomon Thomas fue quien impulsó la adopción de Zoe, trabajando junto con Austin Moss II, director de participación de jugadores de los 49ers, para hacer realidad esta idea. Desde entonces, esta pequeña perrita se ha convertido en el refugio emocional del equipo, haciendo que incluso los días más duros parezcan un poco más ligeros.
Su presencia ha sido particularmente importante en momentos de tensión, cuando los jugadores buscan una pequeña pero poderosa dosis de alivio emocional.
San Francisco 49ers toman terapia con perritos
El estrés previo a los partidos puede ser abrumador, pero los San Francisco 49ers han encontrado una forma tierna y efectiva de relajarse, y es convivir con perritos.
Antes de la Final de la NFC contra los Detroit Lions, el equipo tomó un respiro de la presión y visitó un refugio de perros en California. La actividad fue pensada como una terapia de distracción, y permitió a los jugadores desconectarse y liberar tensiones junto a estos adorables caninos.
Jugadores clave como Fred Wagner, Christian McCaffrey y George Kittle se unieron a esta experiencia, donde el protagonismo lo tuvieron los pequeños perros del refugio. Entre caricias y juegos los jugadores encontraron en los cachorros una fuente de alivio emocional.
Durante la visita, los niners también dedicaron tiempo a alimentar a los cachorros, además de que estos pequeños permanecieron gran parte en los brazos de los deportistas. Esta actividad les permitió recargar energías de una manera diferente, dejando de lado la presión del campo y conectándose con un momento de calma.
mmt