En un nuevo episodio del Clásico Nacional, el América reafirmó su superioridad sobre las Chivas de Guadalajara al vencer 2-0 al Rebaño en un encuentro disputado en el Shell Energy Stadium de Houston.
A pesar de algunos contratiempos con la afición, que incluyeron el uso de bengalas que dificultaron la visibilidad y obligaron a detener el partido por unos minutos, el conjunto de Coapa se llevó la victoria sin mayores complicaciones.
Los goles del triunfo americanista estuvieron a cargo de Rodrigo Aguirre e Illian Hernández, quienes sellaron el destino del partido a favor del cuadro capitalino. El futbolista uruguayo abrió el marcador en el primer tiempo con ayuda del portero rival, Oscar Whalley; mientras que el joven zacatecano amplió la ventaja antes de terminar el primer tiempo.
El encuentro, que había generado gran expectativa entre los aficionados de ambos equipos, se vio empañado momentáneamente por los disturbios en las gradas, pero el partido pudo reanudarse sin incidentes mayores.
Con este triunfo, el América continúa mostrando su dominio sobre las Chivas en el ámbito internacional, dejando claro que sigue siendo uno de los equipos más fuertes del futbol mexicano.
América domina el inicio y toma ventaja ante Chivas
El Clásico Nacional en Houston comenzó con un América dominante en la posesión del balón, mientras que Chivas apostó por presionar alto en busca de forzar un error defensivo. Sin embargo, las Águilas no tardaron en tocar a la puerta.
Al minuto 4, Óscar Whalley, portero del Rebaño, protagonizó una gran atajada tras un disparo del 'Chicote' Calderón dentro del área. Pocos minutos después, el América volvió a mandar un aviso. Un disparo de Miguel Ramírez pasó por encima de la portería rojiblanca, dejando en claro las intenciones del conjunto capitalino.
La presión de las Águilas rindió frutos al minuto 20, cuando Óscar Whalley cometió un error que permitió a Rodrigo Aguirre abrir el marcador a favor del América. Al minuto 23 Chivas tuvo la oportunidad de empatar, sin embargo, Cisneros no controló bien el balón, lo que permitió a Rodolfo Cota, arrebatarle el esférico.
mmt
