Mientras que muchos atletas logran acumular su fortuna durante sus carreras deportivas, Earvin “Magic” Johnson encontró su éxito financiero lejos de las canchas. Aunque su paso por la NBA como figura de los Lakers le dejó fama y prestigio, fue su talento para los negocios lo que lo impulsó a convertirse en un magnate multimillonario.
Durante sus 13 años en la liga, el deportista estadounidense generó grandes ingresos, pero nada comparado con lo que logró después. Un ejemplo de esto es que en un sólo día de negocios con Starbucks, el basquetbolista ganó más dinero que en toda su carrera como profesional.
El comienzo de su imperio empresarial tuvo lugar en Baldwin Hills, un vecindario de Los Ángeles conocido por sus problemas de violencia en los años 90. Allí, el 32 de los Lakers propuso construir un cine como una forma de rehabilitar la zona.
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Asociado al gigante Loews Theatres, logró que la sala prosperara, generando cinco millones de dólares en ventas anuales y ubicándose entre los cines con mayor recaudación del país. Este éxito lo llevó a replicar el modelo en otras ciudades como Houston, Atlanta, Nueva York y Washington D.C.
Su capacidad para identificar oportunidades lo llevó a explorar nuevos mercados. En 1998, convenció a Howard Schultz, entonces CEO de Starbucks, de abrir cafeterías en vecindarios afroamericanos. El resultado fue un acuerdo conjunto que permitió la apertura de más de 100 establecimientos. Estas tiendas superaron las expectativas, con un gasto promedio superior al promedio nacional.
‘Magic’ Johnson creó su fortuna luego de su retiro de la NBA
El 12 veces convocado al All-Star Game utilizó el mismo modelo para financiar su crecimiento, obteniendo un préstamo respaldado por Starbucks, el cual pagó en su totalidad antes de vender su participación en 2010, generando una ganancia de 75 millones de dólares.
Gracias a su visión, ‘Magic’ Johnson transformó su patrimonio inicial, de menos de 200 millones de dólares al retirarse, en una fortuna que hoy asciende a mil 200 millones de dólares.
Este éxito lo posiciona como uno de los deportistas más ricos de todos los tiempos, compitiendo con figuras como Michael Jordan y LeBron James, pero con la diferencia de que construyó su riqueza en una época en la que los ingresos por publicidad y derechos audiovisuales no estaban tan desarrollados como ahora.
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