La leyenda del boxeo mexicano Julio César Chávez mandó un mensaje para pedir a los cárteles que detengan la violencia, las agresiones y los incidentes en Culiacán, Sinaloa. El exdeportista no se ha mantenido ajeno a las noticias de muertes y la ola de violencia que azota a gran parte del país.
“Yo le pido a todos, a todo Culiacán, que por favor que paren, que paren estas masacres, que paren porqué Sinaloa es un estado muy bonito, la gente es muy bonita, es muy buena, muy trabajadora”, comentó el Gran Campeón Mexicano.
Julio César Chávez pide a los grupos delictivos que detengan los ataques que hay en las calles del país, pues no se trata de un solo estado en donde se registran día con día balaceras, desaparecidos y más actos violentos.
Julio César Chávez y su mensaje a los cárteles
“Yo le pido a todos los cárteles por favor que ya paren por favor, por qué está entrando mucha gente de otros estados a robar, a saquear y a cometer cosas ilícitas. Se están aprovechando de la situación... Entonces le pido a todos los cárteles, con todo respeto, a los dos cárteles que se están peleando, por favor, que lo hagan por Sinaloa”, agregó Chávez.
El mensaje de paz del César del Boxeo ha sido apoyado por mucha gente en redes sociales, pues los aficionados esperan que la violencia en el país se pueda detener y regresen a su vida normal.
Julio César Chávez y su relación con los narcos
Julio César Chávez, leyenda del boxeo mexicano, recordó los peores meses que pasó en su vida dentro de un anexo, privado de lujos y encerrado junto a personas que lo maltrataron, al punto que el exboxeador los amenazó con mandar a Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como el “Chapo”, a quemar el lugar, pues dijo que los narcos “eran amigos míos”.
“El Gran Campeón Mexicano” reveló en DEMENTES Podcast: “Pasé los cuatro meses más amargos de mi vida. No podía hablar con nadie. El primer mes me la pasé amarrado, al mes y medio me soltaron y empezaba a tener un poco de humildad. Con las manos atrás y la mirada al frente, no podías hablar con nadie. Lloraba un chin**”.
Cuando el expúgil salió del anexo estaba lleno de enojo y fue cuando lanzó la terrible amenaza: “Salí de ahí a los cuatro meses bien encabrona**, pero les decía: ‘les voy a echar al ‘Chapo’ Guzmán, hijos de su chinga** madre, al ‘Mayo’ Zambada, al ‘Azul’, a Amado Carrillo‘’, que eran amigos míos, les decía: ‘van a ver les voy a quemar el lugar’. Después me hice amigo de mi padrino, somos muy amigos”.
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