Las Chivas continúan con la difícil tarea de apostar por el talento mexicano, por lo que este mercado de fichajes vuelve a ser protagonista, sobre todo por el regreso de Alan Pulido con el Rebaño. El delantero mexicano regresa con la promesa de aportar experiencia al ataque rojiblanco, pero su incorporación sigue generando dudas.
Para los aficionados, su retorno es con el objetivo de devolverle su esencia al chiverío, en una plantilla que no ha encontrado su identidad en las últimas temporadas. Pero no todo es positivo, pues su llegada también hace referencia a cómo este movimiento podría afectar el propósito de la cantera rojiblanca.
Entre los nombres prometedores se encuentra Teun Wilke, un delantero de raíces mexicanas que se ha consolidado en Tapatío, filial del club jalisciense. Se esperaba que con el fogueo en la liga de Expansión, el jugador pudiera estar listo para dar el salto al primer equipo, sin embargo, la llegada de Pulido podría reducir sus oportunidades.
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Este tipo de decisiones no son nuevas en el entorno del futbol profesional. Los equipos suelen debatir entre la necesidad inmediata de resultados y la proyección a largo plazo. Chivas enfrenta el reto de mantener ese equilibrio.
Si bien Pulido es un refuerzo que podría darle al equipo el impulso necesario para ser competitivo en el corto plazo, también es fundamental garantizar que talentos como Wilke tengan las oportunidades adecuadas para desarrollarse en Primera División.
